Gregorio visita "La Purísima" con sus últimos trabajadores

La Tribuna
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Fundado en 1909 por Julian Montemayor, la fábrica de cerámica estuvo en funcionamiento hasta el año 2010, en la última fase como cooperativa

Gregorio visita "La Purísima" con sus últimos trabajadores

El alcalde de Talavera, José Julián Gregorio, y la concejala de Artesanía, Gelen Delgado que han visitado el Alfar de La Purísima junto a algunos de los trabajadores que desempeñaron su labor hasta su cierre en el año 2010, cuando cesó la actividad.

La visita ha transcurrido entre recuerdos y anécdotas, entre ellas, una que refleja la importancia que tuvo dicho alfar cuando «a demanda de cerámica era superior a la producción, y recuerdo que estuvimos dos años sin vacaciones», aseguraba Francisco Miguel, quien entró a formar parte de la plantilla a los 14 años, hasta su cierre.

La importancia del Alfar de La Purísima ha permitido que se garantice su pervivencia tras la nueva ordenación urbanística de la zona. El recinto de la antigua cooperativa de cerámica está situado en el centro del PERIM de la plaza de los Descalzos, por el que no se verá afectado, precisamente con la intención de preservarlo.

Gregorio visita Gregorio visita "La Purísima" con sus últimos trabajadoresEl alfar se fundó en 1909, cuando Julián Montemayor se estableció en una de las casas del antiguo convento de Santa Ana y de sus hornos salió, por ejemplo, la fachada de la antigua Caja Postal, en La Trinidad, hoy conservada en el Ruiz de Luna. En 1941 Montemayor vende el alfar a Elidio Sánchez Sosa, fundador de La Purísima. En 1961 varios trabajadores de la fábrica se constituyen en cooperativa con el mismo nombre y se encargan de llevar a cabo mejoras en las instalaciones y reorganizar los espacios.

Lo explican en la revista Cuaderna los arqueólogos que han investigado el espacio, César Pacheco y Marcos Muñoz. En un artículo desvelan lo que la estrecha entrada del antiguo alfar no permite ver: «Se trata de un complejo industrial que aglutina elementos tradicionales con los modernos, combinando estructuras y maquinaria de la alfarería tradicional talaverana con innovaciones contemporáneas más prácticas y acordes con las necesidades productivas, como los hornos eléctricos. Todo ello representa, en gran medida, la idiosincrasia de la actividad alfarera en Talavera desde al menos la Edad Media».

En una frase, los autores reflejan la importancia de este espacio: «Un complejo excepcional que adquiere un valor más relevante si cabe con ese respaldo de la declaración de Patrimonio Inmaterial por la Unesco».

Precisamente, la antigua cooperativa de cerámica 'La Purísima' será homenajeada con motivo de la conmemoración de las Santas Alfareras, cuyo acto tenía lugar anoche en el Centro Cultural El Salvador.