El viento y la lluvia caída sobre la ciudad de Talavera en la tarde-noche de ayer han provocado una docena de incidencias de carácter leve, todas atendidas por los bomberos sin que haya habido daños que lamentar.
El jefe del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de Talavera, David Bernabé, indica a La Tribuna que fueron una decena de salidas para achicar agua en pequeñas inundaciones en diversas zonas de la ciudad, y otras dos para aplacar los chispazos que se produjeron en dos trenzados eléctricos, uno en una nave de Talavera La Nueva, y otro en el Callejón de San Ginés.
La fuerte llueve caída a partir de las 19,30 pero muy especialmente desde las 21,30 horas, cuando se concentró todo el agua en pocos minutos, generó que los bomberos talaveranos se repartieran por las diferentes incidencias ocasionadas. Una de ellas tuvo lugar en la calle Belvís de la Jara, donde se produjo una balsa de agua que hacía difícil la circulación. También tuvieron lugar encharcamientos de consideración en la avenida Real Fábrica de Sedas, calle Charcón, Cañada de la Sierra, calle Mula y Cristo de la Salud. En Ramón y Cajal se inundó uno de los locales comerciales.
Asimismo, asistieron a una vivienda en la calle Marquesitas que se estaba inundando por obstrucción de un canalón, y en la calle Calera, ante la inundación de unos trasteros.
Cerca de allí, en la calle San Esteban, se cayó un murete de un solar en una zona deteriorada y sin ningún mantenimiento, explica el jefe de Bomberos.
Los inconvenientes ocasionados por la fuerte tormenta provocaron que un discapacitado que se movía por la calle San Francisco en silla de ruedas motorizada, sorprendido por el agua, sufriera un parón en la silla que le impidió moverse. Así, los efectivos del parque de Bomberos le acompañaron hasta su domicilio.
saneamiento de cornisa. Poco antes de la tormenta, sobre las 20 horas de la tarde, una dotación de bomberos se trasladó hasta el paseo de la Estación, al ser requeridos por la Policía Local para sanear una cornisa. El edificio, en el número 76, mostraba desprendimiento de azulejos en un balcón. Tras solventar la incidencia, trasladaron el problema a la Oficina Técnica para que iniciaran el procedimiento a seguir en colaboración con la Comunidad de Vecinos.
En esta ocasión, no hubo desprendimiento de ramas ni caída de árboles.