El aterrizaje del fenómeno de la ocupación en Torrijos se remonta a hace ocho años. Por entonces, comenzó la entrada ilegal en viviendas de vecinos del propio municipio y de otra localidades. Por ello, el alcalde, Andrés Martín, anunció el miércoles, menos de dos semanas después de tomar posesión del cargo, que zancadilleará a los usurpadores de casas.

En este sentido, aseguró que el Ayuntamiento tapiará por su cuenta las puertas y ventanas de los inmuebles más jugosos para los okupas, principalmente bloques de pisos. Los propietarios deberán abonar al Consistorio los gastos del blindaje.

El alcalde, del Partido Popular, compareció públicamente junto al concejal de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, Marco Antonio González (Vox), y el jefe de la Policía Local, Luciano García. La solemnidad se debía al anuncio de la primera medida contra la ocupación de viviendas. «Es un tema que nos preocupa a todos», subrayó por la generación de inseguridad en la zona de las casas usurpadas.

Por ello, el alcalde de Torrijos, quien fundamenta la medida en un informe de la Policía Local y bajo el amparo de la Ley de protección de la seguridad ciudadana, apeló a los vecinos para que avisen a los servicios municipales de los inmuebles con riesgo de ser ocupados. «Debemos resolverlo entre todos», señaló al respecto Martín, quien asumió el cargo el pasado día 17.

El programa electoral del Partido Popular incluía entre las medidas sobre la seguridad del municipio la prevención de la ocupación mediante el tapiado de las entradas de edificios abandonados, en coordinación con los propietarios.

Además, el programa mencionaba que los controles policiales iban a extenderse a calles, parques y alrededores de los centros educativos. Asimismo, subrayaba la dotación de equipamiento a la Policía Local de Torrijos para combatir la falta de seguridad y el trapicheo de drogas. Para ello, aumentará la presencia policial en las zonas más conflictivas del municipio para garantizar la defensa del orden en las calles.

El PP, con ocho concejales, ganó al PSOE por 300 votos, pero necesitó de la ayuda de los dos ediles aportados por Vox para gobernar en mayoría absoluta.