Las fiestas patronales de Toledo que se celebran en las fechas próximas al 15 agosto, solemnidad de la virgen del Sagrario, no tienen programa ni dotación económica para su celebración.

«La propia alcaldesa me lo dijo: me aseguró que no había nada preparado y que tampoco había partida presupuestaria para poder prepararlo», explicó Carlos Velázquez. Sin propuestas cerradas, ni siquiera a medio cerrar, el nuevo equipo de Gobierno municipal se ve abocado a «innovar». El peso de las fiestas, por tanto, recae en un Ejecutivo recién formado y con menos de dos meses de plazo. Sin embargo, el nuevo regidor se refirió a la «oportunidad» que supone el no disponer de un programa ya establecido. 

 Velázquez apuesta por «unas fiestas de agosto que supongan un antes y un después» para la ciudad. En los últimos años, los festejos de agosto han perdido importancia comparativa frente a la semana grande del Corpus. La participación de los vecinos a mitad del octavo mes, el periodo vacacional por excelencia en España, ha tendido a minorar. Al mismo tiempo, la ciudad no ha resuelto el debate sobre dónde ubicar atracciones y puestos, si en la Peraleda o en la Vega.