Algo más que un recurso

Diego Izco (SPC)
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El Barcelona anduvo detrás de Brahim Díaz cuando este militaba en las categorías inferiores del Málaga. - Foto: EFE/Juanjo Martín

El deporte de élite en general, el fútbol en particular, es la mayor fábrica de héroes inesperados y fugaces del planeta. Tipos que recorren el espacio 'anonimato-estrellato' a la velocidad de la luz… y tipos que curran en silencio, aprovechando un don especial para dominar la pelota y hacerle diabluras inverosímiles. Brahim Díaz pertenece al segundo paquete, aunque la velocidad a la que se ha encumbrado en el Bernabéu tiene trazas del primero. 

No es un completo desconocido, pero tampoco apuntaba a estrella rutilante con los apenas 24 años que tiene. Y eso que desde muy pequeño fueron a 'pescar' (y terminaron pescando) en su casa. Prácticamente desde que el Málaga lo reclutó con siete años tras pasar por el UD Mortadelo o el CD Tiro Pichón. En junio de 2011 estuvo muy cerca de fichar por el Barcelona, de hecho, el club azulgrana ya había llegado a un acuerdo con sus padres, pero el jeque -y dueño del Málaga-, mejoró la oferta para retenerlo. Lo volvió a intentar el bloque catalán un año después, pero la 'etiqueta' del precio se había disparado (300.000 fijos más 4,5 millones en variables por un chico de 13 años).

Sí los pagó el City en diciembre de 2013: la influencia de Manuel Pellegrini, técnico del primer equipo inglés, tuvo mucho que ver en el traspaso. Allí fue forjando ese estilo de fútbol vertiginoso, encerrado en un pequeño cuerpo de 171 centímetros, capaz de exprimir ese centro de gravedad bajo para salir de quiebros eléctricos. Dominar varios registros en el regate le valió para llamar la atención del Real Madrid, que también se interesó por el 'niño Brahim'… pero prefirió ficharlo ya 'cocinado'. 

Las plazas de 'dribladores' ya estaban ocupadas por Vinícius y Rodrygo. La cesión al Milan se convirtió, repentinamente, en la mejor oportunidad de su carrera: Italia le brindaba la posibilidad de encarar otro fútbol más cerrado, de cultura eminentemente defensiva, en la que potenciar aún más sus habilidades. Allá intercaló tres posiciones (como mediapunta o atacante en ambas bandas) durante tres temporadas (124 partidos, con 18 goles y 16 asistencias), y con el título de Liga logrado en 2022 se convirtió en el jugador más joven de la historia en conquistar el torneo en Inglaterra, España e Italia -las 'tres grandes' antes de que la enumeración aumentase a cinco con Alemania y Francia-. 

Regreso

El Milan estuvo cerca de hacer efectiva la opción de compra que incluía la cesión (22 millones de euros), pero no entró en guerra con el combinado merengue, que ya había anunciado su interés en repescarlo. Este curso, Brahim aceptó un rol 'secundario' que ha derivado en 'secundario de lujo'. Ha participado en 26 encuentros esta temporada (apenas 41 minutos por choque), en los que aporta siete tantos y tres asistencias. 

Ya ha igualado su mejor marca realizadora histórica (siete tantos el pasado año en Milán) y está poniendo en aprietos a Carlo Ancelotti, que se piensa si debe o no ser titular… y a Luis de la Fuente, que lo conoce perfectamente -ha pasado por todas las categorías inferiores de la selección- y quiere zanjar pronto, probablemente en la ventana del mes que viene, si el jugador mantiene su racha, la posibilidad de que sea convocado por Marruecos: se rumoreó que podría acudir a la actual Copa de África… pero Wallid Regragui no le llamó. El futbolista, mucho más que un simple recurso puntual, mucho más que el chico que reventó el esprint de Oblak en la semifinal de la Supercopa, estaría esperando una nueva llamada de la absoluta de España, con la que debutó el 8 de junio de 2021.  

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