El Sierra San Vicente se llevó una exagerada pero merecida derrota de su visita a la pista del Dehesa Villalba. El cuadro local le puso intensidad y contundencia para acabar llevándose los tres puntos.

Un mal despeje, una mala comunicación y un despiste a la espalda confirmaron el 3-0 a los sesis del inicio, y, desde ahí, tocó remar contra corriente. Es verdad que, cuando mejor estaba el cuadro toledano, se pitó un penalti muy dudoso que supuso el 4-0.

El segundo tiempo, con portero-jugador desde el inicio, fue extremadamente penalizado, ya que cada pérdida derivó en un gol rival. Fueron cayendo los goles uno tras otro, salvo el del honor verde, anotado por Ocampos, que fue una anécdota en un final de partido sin historia que deja al equipo de Castillo de Bayuela y comarca penúltimo, a dos puntos de la permanencia.