La contrarreloj de la laguna de Villafranca para este verano

J.Moreno
-

El caudal ha crecido durante este mes de mayo, pero resulta insuficiente. «Seguimos en precario», lamenta el alcalde manchego

La contrarreloj de la laguna de Villafranca para este verano

Las lagunas de Villafranca de los Caballeros están amparadas por la designación de Reserva de la Biosfera. Son un ecosistema formado por lagunas de origen endorreico y fluvial que se abastecen con aportes de agua de escorrentía, de precipitación directa, de aportaciones del acuífero 20 o de concesiones de aguas procedentes del río Gigüela. «La Laguna Grande es una de las lagunas fluviales más grandes de La Mancha. Centro turístico y de recreo de primer orden, con una importante infraestructura hostelera donde aprovechar las cualidades medicinales de sus aguas. Sus orillas, con 2,5 kilómetros de playa, son un refrescante oasis en los meses estivales siendo, sin duda, la más conocida y visitada», describe la Junta sobre un buen lugar de descanso, por ejemplo, para el fin de semana de las elecciones generales.

Con todo, la Laguna Grande pende cada año de un hilo y protagoniza las reivindicaciones de los vecinos, más allá de las razones de recreo. «El 6 de mayo, cruzaremos a pie (el que quiera, puede bordearla). No hay agua, como tampoco en Doñana, por el modelo y regadíos que concede la Confederación Hidrográfica del Guadiana. No queremos una Mancha húmeda desértica. Aún no es tarde, pero el tiempo se acaba», advertía hace un mes el movimiento local Lagunas Vivas.

Desde entonces, las precipitaciones han aliviado el escaso caudal, pero las importantes precipitaciones del pasado fin de semana apenas han hecho aumentar unos centímetros las dimensiones de la laguna. «Primera foto que hago este año con los pilotes dentro del agua», escribió el pasado martes un vecino al alcalde, Julián Bolaños. Esos postes sirven para calcular el crecimiento o la mengua de este área de recreo de Villafranca de los Caballeros porque los vecinos evalúan el estado por la anchura, no por la profundidad.

«Ha subido un pelín. Seguimos en precario», sostiene el alcalde, quien duda del caudal que pueda tener este verano. «El año pasado, estuvieron bien, pero tampoco en su plenitud», apunta.

De momento, las lluvias han servido también para refrescar el ambiente en este paraje manchego, formado también por la Laguna Chica y la Laguna de la Sal, localizadas a unos dos kilómetros al noroeste del núcleo urbano de Villafranca de los Caballeros. No obstante, retumba el manifiesto reivindicativo leído el 1 de abril por Lagunas Vivas. «La CHG ha dado más concesiones de agua de las que puede permitirae este ecosistema y no ha controlado las extracciones  no reguladas con rigor», sentenció.