Quizá nadie repare ya en ellas. Pero hubo un tiempo en que los niños se encerraban en las cabinas para jugar. Hubo un tiempo en que los adolescentes hacían en ellas las primeras llamadas a escondidas. O los adultos obraban el milagro de hablar con esos familiares que habían viajado al extranjero a buscarse la vida. Ese tiempo en que había que aguardar turno para telefonear a ese número apuntado con un bolígrado en cualquier papel.
Pero el devorador paso del tiempo aniquila cualquier hábito, cualquier tecnología. Y así ha ocurrido con las cabinas de teléfono; de imprescindibles a estorbo urbano. Incluso en los pueblos más pequeños. Por ello, Telefónica retira las últimas cabinas, aparatos ya inservibles vapuleados por los teléfonos móviles.
«Nuestra clásica y última cabina de teléfono, situada en la calle Manuel Rodríguez esquina calle Duque, ha sido retirada por Telefónica España, ya envejecida e inservible por el paso del tiempo. ¿Recuerdan su última llamada?», proponía el Ayuntamiento de Urda el pasado 19 de mayo. Y entonces los vecinos se arrancaron a lamentar otro recuerdo perdido.
Los vecinos de Tembleque, también en la comarca de La Mancha, vieron el pasado 25 de mayo como dos operarios desmontaban la vieja cabina de teléfono, localizada junto a la iglesia parroquial de la Asunción.
Telefónica sustenta la decisión en que las cabinas telefónicas han quedado en desuso, con más de un 80 por ciento de los usuarios que reconocen no haber usado nunca una. Según informó la entidad a finales de 2021, un total de 708 cabinas telefónicas desaparecerán en Castilla-La Mancha y se daba como margen el año 2022. La provincia de Toledo sumaba entonces 253, la cifra más alta de la región. Además, Ciudad Real tenía 171, y Albacete, 137. Guadalajara conservaba 76 cabinas, y Cuenca, 71.
En España, la primera cabina telefónica se instaló en el año 1928 en la caseta del Viena Park (hoy conocido como Florida Park) en el Retiro de Madrid. Una operadora permitía el proceso de llamada. Su despliegue fue paulatino; aunque esta caseta se considera la primera cabina del país, en realidad era un 'cajetín', diferente al concepto actual de una cabina, según la página de internet de 'Movistar', que añade que el origen del cubículo destinado a albergar el teléfono público se remonta a los años 60. Concretamente, en 1963. Madrid, Barcelona, y después ciudades como Bilbao, incorporaron este icono de las telecomunicaciones.
No obstante, hay ayuntamientos que indultarán a las cabinas telefónicas. Como ha ocurrido en la localidad ciudadrealeña de Cózar, donde el Ayuntamiento ha salvado la única que quedaba en el municipio, como testimonio del pasado y uso decorativo. Quizá se libre también alguna otra en la provincia de Toledo.