Emiliano García-Page lleva desde el pasado 12 de mayo recorriendo cuatro o cinco municipios al día pidiendo el voto. Pero no solo a los suyos, a los militantes y simpatizantes del PSOE, también al resto de ciudadanos que no comparten al cien por cien sus políticas o su gestión, pero que han entendido que en los ocho años que lleva al frente del Ejecutivo de Castilla-La Mancha ha trabajado por y para la región y que, por ello, merece un tercer mandato. El presidente autonómico y candidato socialista a la reelección asegura en cada mitin o encuentro con los ciudadanos que celebra que nada está ganado hasta que no se recuente el último voto. Ha dicho muchas veces durante esta campaña electoral que no quiere que la gente le desee suerte, eso para el 22 de diciembre, bromea; él quiere votos porque sabe, y de buena mano, que si la gente se queda en casa y no acude a ejercer su derecho democrático, el gran beneficiado será el Partido Popular.
Es presidente de Castilla-La Mancha desde el año 2015 y aspira a un tercer mandato. Sin embargo, existe el riesgo de que el Partido Popular, junto con Vox, vuelva a gobernar nuevamente en la región. Hay encuestas que así lo han predicho.
No me preocupa lo que ocurra con Núñez y Vox, pero me preocuparía más lo que son capaces de hacer en la región.
Durante toda la campaña electoral está usted apelando al voto útil y a que la gente no se quede en casa ya que, tradicionalmente, eso suele beneficiar a la derecha.
Creo que la gente ha visto, en algunos casos, una anticampaña. Una campaña anti, que no propone, e incluso, han querido decir a la gente que las elecciones regionales o municipales no tienen valor que, finalmente, hay que hablar de todo menos de eso y eso no es justo. Quien hace una campaña hablando no de lo que está en juego, si no de otras cosas, ya de entrada, pocas soluciones puede aportar a la gente.
El presidente del Partido Popular y candidato a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, es, de largo, la persona que usted más ha nombrado en estos últimos días, junto con Cospedal, claro. ¿Ha cambiado su percepción de Núñez después de esta campaña electoral que, usted mismo, ha calificado como la más sucia que ha vivido en su trayectoria política?
Creo que Núñez está más preocupado de los suyos y de lo que le puede pasar dentro del Partido Popular el 29 de mayo que yo. Yo desde luego no estoy nada preocupado de lo que puedan pensar mis compañeros o correligionarios. Al revés, no tengo ninguna complicación interna ni división. Creo mucha gente en el Partido Popular no se merecen a unos dirigentes como ellos. Están muy por debajo del nivel de muchos votantes del Partido Popular que conozco y que no se plantean unas campañas tan sucias y tan barriobajeras.
El último tramo de la campaña electoral se ha intensificado en Castilla-La Mancha con bailes de querellas y el anuncio de acciones judiciales del PSOE regional contra Núñez. Junto a la querella por la campaña «sucia» que, a su juicio, está haciendo el Partido Popular, el PSOE va a presentar también otra contra Núñez «por posible malversación y falsedad en documento público».
Sí, pero es que el mensaje que lanzan algunos políticos es que en política vale todo y, en campaña ya, la leche, mucho más, como si estuviera abierta la barra libre para insultar, calumniar, mentir y manipular y eso no podemos consentirlo. No podemos consentirlo porque, en sí mismo, los que realmente creemos en la política como algo que puede arreglar los problemas de la gente, sinceramente si lo consentimos sería como tirarnos piedras contra nuestro tejado. Creo que Núñez está dispuesto a destrozar el edificio con tal de quedarse con el solar.
De todo lo que el Partido Popular ha dicho y hecho contra usted en esta campaña electoral, ¿qué es lo que más le ha ofendido o dolido?
Lo peor es que se metan en temas personales, siempre, porque para las opiniones políticas estoy más preparado. No han puesto límites y eso es grave. Me refiero a muchas cosas. Han hecho más de mil vídeos difamatorios contra mi persona. Creo que el dinero electoral hay que gastarlo en propuestas, no en ofensas.
¿En qué cree que acabarán estas querellas que su partido ha presentado contra el líder regional del Partido Popular? En muchas ocasiones, el recorrido que tienen es bastante corto.
Tienen que acabar necesariamente bien, porque es muy evidente lo que ha pasado. Y, por tanto, nos sentimos en el deber moral de no permitir que la gente piense que todos somos iguales. Por ahí no vamos a pasar. Yo no soy Cospedal, soy exactamente lo contrario.
El PP no está hablando de la única presidenta regional que han tenido. Es más, Cospedal no aparece en la foto que acompaña al autobús electoral de los populares y sí aparecen Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Alberto Núñez Feijóo. ¿A qué cree que se debe? Usted menciona más a Cospedal que los populares.
Es un complejo de los muchos que están exhibiendo en la campaña. Necesitan sacar a otros presidentes de otras regiones, necesitan envolverse en celofán y necesitan olvidar a los que han estado antes que ellos y les dejaron ahí. Sí, es una campaña muy, muy, muy de complejos. No tienen una buena opinión de esta tierra. Creo que saben que muchos de los suyos no tienen una buena opinión de sus propios líderes y dirigentes. El Partido Popular está haciendo una campaña exhibiendo muchos complejos y mucha mala leche.
Durante estos ocho años de mandato, ha centrado buena parte de su gestión en reconstruir, como usted dice, lo destruido por Cospedal. Queda mucho por hacer aún, pero ¿es hora ya de poner los ojos en otras cuestiones que han quedado relegadas a consecuencia de la pandemia y de las sucesivas crisis que hemos padecido en los últimos tres años?
No nos hemos dedicado solo a reconstruir lo que estaba destrozado. De por medio hemos sembrado, hemos hecho más siembras. No nos hemos dedicado al jardín que nos dejó Cospedal destrozado, hemos ampliado mucho la parcela. Y realmente nos hemos dedicado a explorar todas las oportunidades. Castilla-La Mancha esa la comunidad autónoma que está recibiendo más inversión extranjera, mucho más que la media nacional; y también es la primera comunidad autónoma en la bajada de paro; y la que más facilidades y ayudas da a autónomos y empresarios. Bueno, hemos hecho muchas cosas que no simplemente eran volver a colocar las piedras donde estaban.
Pero este jueves en un acto público en la localidad toledana de Mora, por ejemplo, manifestó que ya era hora de dar un empujón a otros asuntos y anunció una ley, en la próxima legislatura, que haga imposible que exista diferencia salarial entre hombres y mujeres.
Creo que la vida va trayendo nuevas exigencias. La ventaja de tener una mentalidad progresista de la sociedad y de la vida es que no te conformas, no te terminas de conformar nunca. Claro que hay novedades y cambios. La España de hace 40 años no tiene nada que ver con la España de hoy. Por tanto, seguir diciendo lo mismo no conduce nada más que a la melancolía. Hay que estar al día de las exigencias. La gente va cambiando. La gente joven te plantea, además de tener empleo, que ese empleo sea conciliable, que le permita tener tiempo. Los jóvenes necesitan respirar, y que el empleo que tengan no sea un trabajo precario al máximo. En otras crisis, la gente se conformaba con el subsidio que fuera. En esta crisis, la gente se está planteando que el país puede dar mucho mas de sí, que esta región puede dar mucho más de sí y, por tanto, estamos en la obligación de ir conquistando nuevas cotas de bienestar. De eso se trata, de ganar calidad de vida.
Los otros candidatos que aspiran a la Presidencia de Castilla-La Mancha se han marcado, desde el minuto uno, desalojarle del Palacio de Fuensalida. Se vio claramente en el debate electoral. Pero, ¿cómo lleva que en estos años que lleva siendo presidente de Castilla-La Mancha nunca le hayan valorado algo positivo que haya hecho su gobierno?
Creo que en el fondo es tomar a la gente… Es una falta de respeto a la gente, porque el 99 por ciento de las personas entiende que hay siempre cosas buenas y cosas malas. Por tanto, creo que ese fatalismo permanente transpira y refleja, de entrada, una nula confianza en las posibilidades de la región.
¿Está abierto a pactar si se diera el caso?
No tengo con quién.
¿Con Unidas Podemos?
Podemos no va a sacar representación en las Cortes de Castilla-La Mancha, lo saben ellos como lo sé yo.
¿Cree que Unidas Podemos no sacará ningún escaño en ninguna de las provincia de la región?
En ninguna de las provincias. Es más, lo más normal es que se queden muy lejos de poder sacar escaño. No ya por su culpa, simplemente que la ley electoral que dejó Cospedal estaba hecha para evitar a gente como Podemos en el Parlamento autonómico. Obviamente eso les pone en un situación... Que nadie piense que el voto a Unidas Podemos no es útil, su voto computa como cualquier otro, pero es más cierto que su voto vale para parar a Vox o para permitir que Vox salga.
No me encuentro a dirigentes en Podemos, aquí en mi región, que les gustaría que ganara Vox y Núñez para que así se estropeara todo tanto que ellos volvieran a tener posibilidades en las siguientes elecciones. No los veo en ese cinismo.
Desde el primer minuto ha trabajado para que las elecciones autonómicas y municipales del domingo no fueran la antesala de unos comicios nacionales. ¿Cree que lo ha conseguido?
Creo que la gente ve un distinto vuelo. Hay como dos campañas en paralelo. Hay una campaña nacional porque realmente se está viviendo con mucho estrés la vida política española. Casi se parece que se juega todo al último penalti y eso estresa mucho a todo el mundo. Y nadie está seguro de lo que pueda pasar. Eso está haciendo que algunos quieran plantear la campaña como una antesala de las elecciones nacionales, pero ni va a funcionar así ni nos lo merecemos. Creo que hemos conseguido por completo hacer que Castilla-La Mancha ya esté en el centro de las preocupaciones de la gente y de la decisión que tienen que tomar este domingo. El efecto lo hemos planteado correctamente y la gente creo que lo distingue muy bien.
¿Cree que se vivía mejor con el bipartidismo?
No es un problema de bipartidismo, si no de estabilidad y de seguridad. Es decir, hemos pasado de que la política se preocupe de los problemas de la gente a que la gente se preocupe de los problemas de la política. Aquí, en Castilla-La Mancha es al revés. La gente sabe perfectamente que tenemos un camino trazado y que no nos vamos a apartar. Pero en España la gente está más preocupada de la política y de los problemas de los políticos que los políticos de sus problemas.
Ha dejado claro que tiene personalidad propia y criterios distintos a los de su secretario general en el PSOE, Pedro Sánchez. ¿Aún así, no le apena que su relación sea distante? ¿No cree que eso puede perjudicar a Castilla-La Mancha?
Tengo una relación útil, que es la que me interesa para Castilla-La Mancha. Distingo perfectamente el planteamiento institucional y no me siento maltratado para nada, al contrario. Hemos firmado más acuerdos con el Gobierno de España que nunca. Por tanto, en ese sentido, lo tengo que reconocer y agradecer. Ha habido una enorme colaboración institucional en muchos aspectos y, en algunos casos, hemos conseguido cotas de éxito como en el agua que no eran posibles en otras épocas. Otra cosa diferente son las compañías del Gobierno de España. Es diferente.
¿Se refiere a los acuerdos alcanzados con EH Bildu en el Congreso de los Diputados?
En mis opiniones ejerzo la libertad de conciencia en contra de los privilegios y ya he dicho en muchas ocasiones que con los asesinos de ETA ni a la vuelta de la esquina.
¿Pero tampoco está conforme con que el Gobierno de Pedro Sánchez haga acuerdos con los independentistas?
A mí me verán siempre en una lucha contra todo tipo de privilegios. Algunos en España buscan arrimar el ascua a su sardina para que no todos tengan lo mismo y es ahí, cuando alzaré la voz.
Hablando de agua, el líder nacional de Vox, Santiago Abascal, ha asegurado que aquel dirigente de su partido que no defienda públicamente el trasvase, será expulsado de la formación. Además, le ha llamado «mendrugo» por reclamar que los dirigentes de esta formación en Castilla-La Mancha digan públicamente si están de acuerdo o no con su líder. ¿Qué opina?
Abascal, como persona política, ha conseguido algo importante en la política que es crear un partido y hacerle un hueco. Por tanto, no me van a escuchar nunca un insulto de nadie, aunque no comparta nada, absolutamente nada. Por tanto, no voy a pagar con la misma moneda, tienen esa ventaja los que me insultan.
¿Ve a Vox en las Cortes regionales la próxima legislatura?.
En las Cortes regionales es posible, pero sería más grave en el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Y usted, ¿no se ve fuera de política después de tantos años?
De vez en cuando sueño con una playa.
Pero aquí no hay playa…
Una playa en la que me pueda bañar. Uno no está en bañador para trabajar, está para vivir la vida. Llevo tantos años en política que, cuando la deje, voy a tener que aprender a vivir la vida con normalidad. No es fácil eso.