La Humildad se supera aún más

Jaime Galán
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El Cristo de la Humildad hizo que Toledo se levantara de nuevo a sus pies. Sus 'levantás', el baile de paso, y su banda de música chocan con la Semana Santa castellana, pero movilizan igual o más que ninguna otra hermandad

Impresionante. Nadie que haya seguido unos metros del recorrido puede decir que lo que ha visto no pone los pelos de punta a cualquiera. Y cada vez más. Por veces que alguien vea su salida del Monasterio de San Juan de los Reyes no duda en repetirlo al año siguiente. La mayor prueba es que la imagen, con los colores azules rosáceos del atardecer, está repleta de ojos que no se lo quieren perder. Bueno y de móviles que no dejan de inmortalizar el momento.

Pero más allá de su salida y de lo que les gusta a los hermanos ese momento, la cofradía del Cristo de la Humildad demostró este Miércoles Santo que no para de crecer. No para de hacerlo en número de hermanos y no para de hacerlo en cuanto a forma de manejar el paso. Puede parecer lenta. Puede parecer, incluso, excesiva para algunos. Pero es innegable el trabajo que hay debajo de esas andas con múltiples ensayos. Simplemente por su forma de moverlo. No será el movimiento más típico de la Semana Santa toledana y castellana, pero es inigualable. Un 'baile' que deja la boca abierta y que solo da pie a aplaudir. A bocajarro y con una sonrisa en la boca.

Todo ese talento se traduce en un recorrido lleno de espectadores, sin un solo hueco. Sus penitentes lideran una procesión que partió a las 21:00 horas y llegó de nuevo al Monasterio pasadas las 2:00 horas de la madrugada. Pese al horario, la plaza que ahora alberga también al Cristo de Longobardi volvió a estar abarrotada para recibir al Cristo de la Humildad, que fue escoltada en su recorrido por un piquete de la Guardia Civil, y sus cientos de hermanos. La música de la agrupación musical  de El Carpio (Córdoba) contribuyó a erizar la piel de los asistentes hasta poner el colofón con el himno de España, entre otras melodías.

La Humildad congregó a miles de personas durante su recorrido. La Humildad congregó a miles de personas durante su recorrido. - Foto: Dominguín

En esta ocasión, la pluma del romano que acompaña a Cristo y los demás personajes sobre el trono volvió a ser negra, como el año pasado, en seña de luto por las víctimas de la Covid. A modo de reseña, el Cristo de la Humildad fue agasajado a las puertas del monasterio por una saeta, generando aún más expectación en su hora de salida.

Más fotos:

La Humildad, a la altura de Santo Tomé.
La Humildad, a la altura de Santo Tomé. - Foto: Dominguín
El obispo auxiliar, César García Magán, procesionó con la Humildad.
El obispo auxiliar, César García Magán, procesionó con la Humildad. - Foto: Dominguín
La procesión más andaluza cosechó aplausos en cada levantá.
La procesión más andaluza cosechó aplausos en cada levantá. - Foto: Dominguín

Choca con la tradición toledana, le pese a quien le pese, pero gusta y arrasa entre el público de ésta, nuestra Semana Santa. Se lo han ganado y lo siguen haciendo. Soberbia humildad en este Miércoles Santo.