Javier y Abdessamad pactan 5 años y 4 meses de cárcel

J.Moreno
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Fiscalía, acusación particular y las defensas de los cuatro procesados acuerdan las atenuantes de reparación del daño y confesión tardía.

Javier y Abdessamad pactan 5 años y 4 meses de cárcel - Foto: David Pérez

Úrsula, la víctima, esperaba ayer a la salida de la Audiencia Provincial para dar dos besos a cada agente de la Guardia Civil que han investigado el asalto. Los cuatro procesados acababan de reconocer en la Audiencia Provincial los hechos en un juicio con conformidad que atenúa las penas solicitadas en el escrito de acusación por la Fiscalía. Costó más de una hora de negociación en los pasillos de la sede judicial, pero al final las partes alcanzaron un acuerdo. Y Úrsula, a sus 79 años, se libró de revivir aquellos angustiosos minutos del atraco en su casa de El Carpio de Tajo.

«Queríamos evitar que Úrsula tuviera que declarar. Evitar la revictimización de volver a sala por su edad», explicó el abogado de la acusación particular, Diego Martín, tras el acuerdo entre las partes.

La conformidad fija una pena contra Javier y Abdessamad, los acusados que entraron en el domicilio de Úrsula, de tres años y cuatro meses de cárcel por un delito de robo con violencia en casa habitada, más otros dos años por detención ilegal, así como seis meses de multa por las lesiones (720 euros). Para los otros dos procesados, Rubén y Eduardo, las penas se limitan a tres años de prisión por el delito de robo con violencia en casa habitada, más seis meses de multa por las lesiones (720 euros).

El acuerdo, que rebaja la petición de la Fiscalía de 10 años de cárcel para cada uno, incluye las atenuantes de reparación del daño y la confesión tardía. Sobre la primera, los acusados han consignado de modo solidario los 12.500 euros fijados de responsabilidad civil.

«Se ha hecho justicia y es bastante beneficioso para todas las partes», concluía el abogado de Eduardo, Alfredo Arrién. Los procesados están en prisión provisional desde el día de la comisión de los hechos, el 20 de abril de 2021.

Dos de los procesados, Javier y Abdessamad, se hicieron pasar por amigos de un nieto de la anciana y lanzaron a la mujer contra un sillón y contra el suelo. La ataron de pies y manos con cinturones y la amenazaron. El botín consistió en una cadena de oro, unos gemelos, unos pisacorbatas de oro y 90 euros. La Guardia Civil interceptó después a los cuatro en un vehículo.

La única prueba celebrada fue el interrogatorio a los procesados. Rubén asentía remolonamente. «No, pero sí», repetía. Hasta que el magistrado Juan Ramón Brigidano terció: «No podemos andar con acertijos». Cada uno aceptó la conformidad con un escueto sí. Y Eduardo añadió: «Sí, mi señoría».