Seis silencios, seis

Mario Gómez / LAS VENTAS
-

Una imponente novillada de Gabriel Rojas, con bastante fondo, sirvió para la presentación de Miguel Zazo en Madrid y la vuelta del Villita al coso capitalino. Completó la terna el albaceteño Sergio Felipe

Zazo se presentó como novillero con caballos en Madrid. - Foto: M.G.G.

Con el último día de abril se iniciaba en Las Ventas los festejos de la Feria de la Comunidad. Se lidió una novillada imponente de Gabriel Rojas, que no tuvo ideas tan temibles como su estampa y que sirvió para que Miguel Zazo se presentase como novillero con caballos y volviese Villita a Madrid.

El tercero salió abanto y sin emplearse en el capote de Zazo. Tomó dos varas, la segunda al relance y derribó al caballo que le costó ponerse en pie. Dilató esto el tercio de varas y banderillas, en lo que 'Carabina' tomó algo de aire, y pareció apuntar alguna cosa positiva en sus embestidas. Brindó al público y desde ahí se la ofreció muy plana. Tardeó el novillo, pero se vieron las intenciones de Zazo. Mandar y llevar largo. El animal embestía sin transmisión y a Zazo le faltaba darle continuidad a las tandas y la faena no rompió.

El sexto también tuvo importante cuajo. Novillo largo que embistió con codicia al capote de Zazo de salida. El paso por el caballo lo ahormó, y Raúl Cervantes, que venía de ser reconocido como mejor banderillero del Alfarero de Plata, se confirmó con una brega sensacional arrancando algún aplauso tras varios capotazos. Se dobló por bajo Zazo en el inicio, pero le faltó firmeza y procurar dejársela puesta y correr la mano. De uno en uno quiso, pero Madrid pedía continuidad para conectar con el tendido. La espada viajó desprendida pero efectiva y escuchó un aviso.

Villita realizó un bonito quite al cuarto.Villita realizó un bonito quite al cuarto. - Foto: M.G.G.

No terminó de confiarse en el saludo Villita a su primero de Gabriel Rojas. El animal, de buenas hechuras, lo hizo bien en el capote aunque no estaba sobrado de fuerzas. Se le pegó mucho y mal y además le dejaron mucho tiempo bajo el peto. Zazo quiso hacer el quite, pero tras el primer lance se vio que no había toro para más. Brindó al público y la gente aplaudió que cayese boca abajo la montera. Buscó torear con gusto, y dejó muletazos muy pintureros, aunque no fueron del agrado de la totalidad de los aficionados que le increparon la colocación. No terminó de romper la faena y la espada no viajó certera, tras varios intentos acabó con el novillo de un golpe de descabello escuchando un aviso.

El quinto fue otro galán de pitón largo y apuntando al cielo. Iba con la cara muy alta y en varas se llevó cuatro agujeros y ninguno de ellos delantero y arriba. En banderillas saludó Caricol tras dos buenos pares, y cuando Villita cogió la muleta se encontró a un animal que iba y venía con embestidas cambiantes pero bondadosas. El novillo era pronto y sus partidarios jalearon cualquier muletazo, mientras que otros sectores fueron más críticos. Flaco favor al novillero que hizo un esfuerzo y se mostró firme, quedando su faena disuelta entre disputas en los tendidos. Enterró el acero a la primera, quedando muy tendido y un pelín atravesado, lo que hizo que lo escupiera pronto, optando Villita por descabellar a un animal que estaba demasiado entero. Logró acertar, pero escuchó dos avisos.

Abrió la tarde un utrero de papeles pero toro con toda su barba, romana y arboladura. Se lo pensó en el capote y embistió incierto en la muleta. Sergio Felipe quiso estar firme y correr la mano, pero se vio sorprendido por ambos pitones. Dejó algún muletazo notable, pero pecó de buscar demasiado la colocación en demérito de dar continuidad a las tandas. Firme el albaceteño ante un novillo que no regalaba nada y salía siempre con la cara alta.

El cuarto salió con la presencia del primero pero con peores intenciones. Quería siempre quitarse los chismes de delante, a pesar de responder obediente a los toques de Villita en el quite por chicuelinas abrochado con una bonita larga. Quiso ponerle gusto Felipe en el inicio de faena, pero resultó tibio. Madrid estaba fría y el albaceteño no lo caldeó. Pareció que el pitón izquierdo podría ser el que diera opciones, pero a la pureza le faltó continuidad en las tandas. Bien colocado y muy cruzado extrajo algún natural notable, así como los derechazos del cierre, pero la ausencia de continuidad provocó división en el público.

ARCHIVADO EN: Madrid, Las Ventas, Tauromaquia