Eurocaja Rural supera el medio millón de clientes en 2023

L.G.E.
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El director general de Eurocaja Rural, Víctor Manuel Martín López, avanza que continuarán «incrementando la solvencia para acompasarla con el aumento tan brutal del negocio»

Casi unos mil delegados de la cooperativa de crédito estuvieron presentes en el Palacio de Congresos de la entidad financiera. - Foto: Javier Pozo

Una de las decisiones que tomó Eurocaja Rural en 2022 fue la de reforzar sus recursos propios con 44 millones de euros, de forma que ya cuenta con 582. Esta cantidad adicional sale de la distribución de resultados y el director general de la entidad, Víctor Manuel Martín López, avanza que en «los próximos ejercicios continuaremos trabajando en el incremento de la solvencia de la entidad para acompasarla con el incremento tan brutal del negocio». Para ser más gráfico, explicó que se trata de reforzar la estructura «para continuar creciendo sin mirar al retrovisor, con tranquilidad».

El crecimiento fue precisamente uno de los leitmotiv de la intervención de Martín López. «La evolución de Eurocaja Rural es el resultado de una planificación perfectamente elaborada y bien desarrollada», apuntó. Añadió que en la entidad tienen claro que no tienen fronteras: «Tenemos enormemente claro el espacio que queremos ocupar en el mapa nacional». 

Uno de los datos que avalan ese crecimiento es el del número de clientes. El año pasado ganaron 43.000, con una media de 174 nuevos cada día. Cerraron el ejercicio con 496.068 clientes, pero esa cifra ya se ha sobrepasado en lo que va de 2023. «Ya hemos superado el medio millón de forma amplia en 2023», avanzó. El director general subrayó que un «negocio que crece en clientes es un negocio con vida, con mucho futuro». Por eso ya adelanta que si los datos de 2022 han sido buenos, 2023 «va a ser un ejercicio brutal». 

100% presencial. Martín López destacó que Eurocaja Rural ha duplicado su número de oficinas en solo doce años. En estos momentos tiene 436, que definió como «tremendamente eficientes» y que ofrecen servicios «100% presenciales». Mientras que Eurocaja Rural abrió 19 oficinas en 2022, recalca que el sector financiero cerró 1.300 en el mismo año en toda España. Además Eurocaja Rural presume de tener seis de cada diez oficinas en municipios con menos de 5.000 habitantes.

El director de la entidad no pasó por alto que la Asamblea General de 2023 era la primera presencial tras la pandemia. La anterior fue en 2019 en la que se aprobaron las cuentas de 2018. La imagen del auditorio lleno era parecida, pero las cifras de resultados han cambiado bastante. «Si se compara, a muchos de ustedes les parecerá que estamos hablando de dos entidades distintas», expuso Martín López. 

Por ejemplo, la inversión crediticia de 2018 estaba en 3.600 millones y a cierre de 2022 ya son casi 5.000. En el último año se han autorizado 19.484 operaciones por 1.376 millones. «Concedemos muchas operaciones, pero mantenemos una ratio de morosidad y cobertura de saldos dudosos claramente diferencial a la media del sector», resaltó. 

Eso sí, el director general de Eurocaja Rural recalcó que la identidad se mantiene: «Seguimos siendo Eurocaja y Rural». Destacó que ellos no tienen «problemas identitarios». Define su modelo como el de «remontar el río» para captar negocio. Asume que en un contexto lleno de vulnerabilidades e incertidumbres o de vientos en contra, ellos se concentran en «seguir el rumbo, paso a paso, con una ilusión difícilmente definible». 

Tipos de interés. Entre esos vientos en contra, Martín López hizo mención a la guerra en Ucrania, a la alta inflación de los últimos meses y también a la política de subida de tipos de interés dictada por el Banco Central Europeo para corregir esa inflación. «En el ejercicio 2022 hemos dado por finalizado un largo período de tipo de interés negativos», expuso, algo que afecta a los márgenes con los que trabaja el sector. Recordó que Europa lleva con tipos negativos desde 2014. «En términos macro no es ni razonable ni saludable el funcionamiento de una economía con tipos negativos durante tiempo», expuso, «puede provocar desequilibrios». 

Prevé que los efectos de esta subida de interés se vean con cierto decalaje, a lo largo de 2023 y 2024. También confía en que las políticas fiscales de los diferentes gobiernos  o las acciones concretas para determinados colectivos o actividades puedan suavizar el impacto de esta política monetaria.