Con orígenes colombianos y argentinos, y de procedencia bargueña. «Una mezcla explosiva», como expresa su círculo más cercano. Guido nació en Bargas, y ya desde muy pequeño se empezó a decantar por el rugby. Empezó jugando en Yuncos hasta que en 2016 decidió cambiar de equipo. Su destino fue el San Isidro Rugby Club, residente en Madrid. Cabe destacar que desde 2020 ha estado entrenando en los centros habilitados por la Real Federación Española de Rugby.

Ya instalado en la capital, fue llamado para la selección autonómica madrileña en las categorías Sub 14, Sub16 y Sub 18. El crecimiento de Guido ha sido continuo, y confía en seguir quemando etapas con una facilidad asombrosa, siempre desde la humildad y la tranquilidad.

El pasado mes de abril estuvo concentrado con la selección española Sub 18 en Valladolid, algo que no está al alcance de cualquiera. «Fue una experiencia formidable y enriquecedora para él», expresa Fabián , padre del deportista.

A su temprana edad (tiene 17 años), Guido Reyes tiene el mismo debate que cualquier joven que esté en su misma tesitura, dedicarse al rugby plenamente o compaginarlo con los estudios. Su familia lo tiene claro: «Él está más centrado en el rugby ahora mismo, pero siempre le decimos que no se pueden dejar los estudios». Lo cierto es que la dedicación que tiene al ruyby está fuera de toda duda. «Entrena todos los días y hace sus sesiones de gimnasio», manifiesta su progenitor.

de cara al futuro. En los próximos meses Guido Reyes pondrá rumbo a Argentina, donde disputará uno de los torneos más exigentes en el país latino. Condiciones tiene de sobra. Si todo sigue su curso con normalidad, el joven podrá ser una referencia del rugby nacional y todo un orgullo para la provincia de Toledo, una tierra que no ha dado demasiados frutos en esta disciplina.