Editorial

Feijóo no se presta al juego de escenificar dos modelos de Gobierno

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El líder del PP no se ha prestado al juego del PSOE y no estará hoy en el último debate electoral antes de la cita con las urnas. La fórmula propuesta por la televisión pública pretendía enfrentar a Sánchez, Díaz, Feijóo y Abascal en un cara a cara a cuatro que, obviamente, engloba a las que están llamadas a ser las cuatro formaciones más votadas, pero que en realidad trata de escenificar dos modelos de Gobierno que no son tal.

Ni Sánchez gobierna solo con Sumar, puesto que faltan otros actores importantes de los últimos años como Esquerra, el PNV o Bildu; ni Feijóo lo hace a solas con Vox. La diferencia es importante y tiene muchos matices y aristas que el candidato del PP no ha querido aceptar. Todo suma y los detalles marcan distancias a cuatro días de la votación.

Los contendientes del debate estaban claros y divididos en dos bandos. Por un lado Sánchez y su vicepresidenta, y Feijóo y Abascal por el otro. Todo con el objetivo de trasladar la idea de que el líder de Vox puede ser vicepresidente en un Gobierno del PP. Precisamente lo contrario que Núñez Feijóo ha venido desarrollando a lo largo de su campaña, en la que siempre ha pedido «una mayoría suficiente» para no pagar peajes innecesarios.

El candidato del PP no se cansa de pedir el voto útil a ambos lados del espectro político, y tiene muy claro que no asistir a la cita de esta noche no le penaliza lo más mínimo.

Son «debates incompletos de juegos trucados» ha llegado a manifestar Feijóo, al que realmente no le parece «honesto» un debate a cuatro excluyendo a los que ha ayudado a Sánchez a sacar adelante muchas de sus leyes en esta legislatura.

Por su parte, el líder de los socialistas no esconde sus intenciones, y no ha dudado en señalar que «en este segundo debate se van a ver las dos formas o las dos opciones de gobierno que hay después del 28 de mayo», resaltando la idea del entendimiento entre PP y Vox de la que precisamente se quiere alejar el propio Feijóo.

La escenificación era tal que hasta el último momento se había jugado con la idea de dejar vacío el atril asignado a Feijóo, algo que finalmente no se va a producir y que, además, está prohibido por la Junta Electoral Central. Existe una sentencia del Tribunal Supremo en un caso similar en las autonómicas andaluzas de 1999 y no cabe la posibilidad.

Por su parte, Yolanda Díaz y Santiago Abascal están tan contentos. Podrán repartir críticas al PP sin posibilidad alguna de réplica, algo que por otro lado se ha visto como la única constante en todos los debates que se han celebrado hasta la fecha. Mucho programa, reproche, tensión y nervios, pero poca intención de escuchar al adversario y debatir en busca de puntos de entendimiento. Eso parece que ya no es cosa de políticos.