Educación plantea sacar a licitación las tres guarderías

Á. de la Paz
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El concejal Daniel Morcillo rechaza la posibilidad de que el Ayuntamiento asuma el servicio de las escuelas infantiles por el elevado coste que supondría para el erario

Puerta de entrada a la escuela infantil del barrio de Buenavista. - Foto: Yolanda Lancha

El Ayuntamiento de Toledo garantiza la continuidad del servicio educativo que prestan las tres escuelas infantiles de titularidad municipal, aunque desconoce la fórmula de gestión con que los centros reanudarán la actividad en septiembre, con el nuevo curso. La solicitud de preconcurso de acreedores presentada por la empresa 'La Casita de Chocolate SL', adjudicataria de las guarderias, abre un escenario desconocido. El equipo de Gobierno descarta la posibilidad de prestar el servicio de manera directa y a cargo del erario municipal, y esboza como más probable la presentanción de un nuevo concurso de licitación al que puedan concurrir diferentes ofertas.

Daniel Morcillo, concejal de Educación, lamenta la «situación de incertidumbre» que ha creado la decisión tomada por la empresa gestora. El responsable municipal insiste en su respaldo «tanto a las familias como a las trabajadoras» y se compromete a poner «todos los medios» para que el servicio se siga prestando con normalidad hasta final de curso. Además, garantiza la continuidad de estos centros educativos en la ciudad durante los cursos venideros.

Sin embargo, la posibilidad de que la Administración municipal asuma la prestación del servicio topa con el rechazo del Ejecutivo municipal. La primera estimación realizada por el Ayuntamiento «duplica o incluso triplica» el gasto anual de algo más de medio millón de euros con que el Ayuntamiento subvenciona a la concesionaria de las tres guarderías. «Las cuentas no salen», subraya Morcillo.

El modelo por el que apuesta el equipo de Gobierno es «el mismo» que el actual, a partir de la licitación de una concesión regida por un pliego de condiciones. El Ayuntamiento escogería «la mejor opción» de entre los diferentes postulantes. Uno de los cambios previstos apunta a una menor duración del tiempo de gestión cedida. «Los contratos serían más cortos que los actuales; queremos que se puedan revisar cada dos o cuatro años», cuenta Morcillo.

El responsable municipal de Educación lamenta la poca capacidad de maniobra que les concede la situación. Por una parte, insiste en que el contrato actual «no permite hacer frente a las reclamaciones» formuladas por la adjudicataria de las tres guarderías, una traba que tiene su origen, según apunta el concejal, en los informes realizados por los técnicos municipales. Por otra parte, la cercanía de septiembre, a poco más de cinco meses y medio, apremia al equipo de Gobierno a la búsqueda de una solución.

La Casita de Chocolate presentó el pasado 8 de marzo una solicitud de declaración de concurso de acreedores a partir de una situación de «insolvencia inminente», según explica la propia empresa al juzgado de lo mercantil de Toledo. La compañía requiere al Ayuntamiento a facilitar una partida que garantice el «reequilibrio económico financiero que le ha sido solicitado», una condición le permitiría «cumplir regularmente con sus obligaciones exigibles», explica la sociedad en su solicitud. «Desde 2018, el Ayuntamiento de Toledo ha ignorado las subidas salariales decretadas por el Gobierno y contempladas en el convenio colectivo, a pesar de que la empresa ha cumplido con su compromiso pagando dichas subidas a las trabajadoras», detallan.

CASI 300 ALUMNOS. El Ayuntamiento cifra en unos 290 los niños matriculados en las tres escuelas. Además, permanecen contratadas 44 profesionales docentes. Las guarderías del Polígono y Buenavista se encuentran «llenas y con lista de espera», apuntan desde el Ayuntamiento. La valoración de las familias sobre la calidad del servicio prestado ha sido, en líneas generales, muy positiva.

Morcillo mantuvo una reunión la semana pasada con las tres directoras de las guarderías. En el encuentro, abordaron asuntos como los horarios de las trabajadoras. El concejal asegura que desde el Ayuntamiento accedieron a «varias de las peticiones» que las responsables de los centros plantearon.

TRANQUILIDAD. El alcalde señala 2018 como fecha de inicio de la problemática. Carlos Velázquez relata que «en dos ocasiones se han realizado ajustes presupuestarios para tratar de reequilibrar el contrato». El primer edil anuncia la voluntad del Gobierno municipal de «solucionarlo para el próximo curso» y reitera un mensaje de «tranqulidad» a los padres de los niños.