Alergias adelantadas y potencialmente breves

O. Furones
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Las temperaturas inusuales, y precipitaciones tempranas, auguran una mala primavera «para los alérgicos al polen». Ese aumento en los termómetros posibilitaría también el fin prematuro de la polinización

Los cipreses están polinizando. - Foto: Jonatan Tajes

Cada vez más las estaciones del año se van desdibujando. El clima se vuelve más impredecible, y la llegada de las temperaturas primaverales en pleno febrero, con sus lluvias, está haciendo que se adelante la temporada de las alergias.

«Estamos notando desde hace varios años que los pólenes están modificando su época de aparición porque las plantas está adelantando su época de floración», señala Ángel Moral, alergólogo del HM IMI Toledo.
 Estas temperaturas más elevadas de lo normal hace que incluso, «se retrase la finalización de los pólenes, con lo cual, el periodo de exposición a ellos está aumentando, y eso se traduce en que cada vez tenemos más pacientes alérgicos».

En pleno invierno, pero con temperaturas de primavera, «se adelanta la época de polinización de ciprés y arizónica. Dentro de unos días hablaremos también del adelanto de las gramíneas o del olivo».

Ángel Moral, alergólogo HM IMI Toledo.Ángel Moral, alergólogo HM IMI Toledo. - Foto: LT

Con este coctel, «y los datos que tenemos hasta ahora no se augura una primavera buena para los pacientes alérgicos a estos pólenes».

Otras de las variables que puede suceder a raíz de esas altas temperaturas, es que con el aumento de los termómetros «y justo en la época que se está produciendo la floración de estas plantas, si hace mucho calor, se van a secar enseguida. Como consecuencia ya no darán tantos problemas alérgicos». Y apunta Moral, que con «lo que ha llovido, y como está el campo, es presumible que los pacientes alérgicos a pólenes, sobre todo de gramíneas, tengan una muy mala primavera».

«La cantidad y época del polen va a depender de los factores meteorológicos. De las lluvias, de las temperaturas», destaca Ángel Moral, alergólogo del HM IMI Toledo.

La clave es el agua que caiga estas semanas, dado que las lluvias ejercen una doble influencia en las futuras alergias. «Por un lado, las primeras precipitaciones estimulan el crecimiento de las plantas, lo que a su vez promueve una mayor producción de polen, aumentando así los desafíos para quienes sufren de alergias», indica Moral. Sin embargo, «si las lluvias ocurren justo cuando el polen está en el aire, este se vuelve más pesado y tiende a caer al suelo, contribuyendo a limpiar la atmósfera. Desafortunadamente, las previsiones de lluvia en las próximas semanas sugieren un escenario en el que el crecimiento acelerado de las plantas podría exacerbar los síntomas alérgicos para quienes son sensibles a estos alérgenos».

Con lo cual, la combinación de temperaturas inusuales en febrero y la llegada temprana de las lluvias está acelerando el inicio de la temporada de alergias en la provincia de Toledo, prolongando así el período de exposición a los alérgenos. Si las temperaturas continúan elevadas, es posible que la temporada de polinización llegue a su fin prematuramente, ya sea porque las plantas se sequen o porque las lluvias arrastren el polen al suelo. En este escenario, sugiere Moral, las alergias podrían terminar antes de lo esperado, ofreciendo un respiro anticipado a aquellos que sufren de estas molestias estacionales.

Toledo, no es lugar para los alérgicos

En el paisaje castellano-manchego, la provincia de Toledo se destaca no solo por su rica historia y su impresionante arquitectura, sino también por un fenómeno que la sitúa constantemente entre las primeras en términos de concentración de polen y prevalencia de alergias.

Con su clima continental caracterizado por veranos calurosos e inviernos fríos, esta región se convierte en un caldo de cultivo ideal para la proliferación de plantas y árboles que liberan grandes cantidades de polen durante la temporada primaveral.

Características que marcan a la provincia como un punto focal en el mapa de la salud respiratoria en España. Y es que «la principal causa en la provincia suelen ser las gramíneas, en la época de primavera. En segundo lugar, está el olivo. Y luego ya tendríamos otros pólenes como son los de las arizónicas, que también estamos en niveles altos, y suelen dar problemas en los meses de otoño e invierno. Hay otro polen muy importante como el de la salsola, en los meses de verano dan muchos problemas alérgicos».