El cierre de Hayward en Yuncos amenaza a 56 familias

Redacción
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La empresa dedicada a la fabricación de productos para piscinas, de origen estadounidense, plantea la posibilidad de un desplazamiento masivo de trabajadores a su planta de Barcelona

Una de las dos factorías de Hayward Ibérica en Yuncos se incendió en junio de 2021. - Foto: La Tribuna

El posible cierre de la factoría que la multinacional de origen estadounidense Hayward Ibérica tiene en Yuncos amenaza a los 56 trabajadores de la planta. La empresa ha comenzado ya el periodo de consultas preceptivo para despedir mediante un ERE a todos los empleados de la fábrica de equipos y productos para piscinas ubicada en la localidad sagreña. El sindicato CCOO estima que la clausura se producirá el 15 de diciembre.

«Es un golpe tremendo para la plantilla, para Yuncos y para la comarca de La Sagra toledana. Haremos cuanto sea posible para impedirlo o para aminorarlo», explica Javier García Barroso, responsable de Acción Sindical de CCOO en Toledo. Desde el sindicato deslizan la posibilidad de emprender acciones de protesta contra una decisión que afecta a más de medio centenar de familias. «Hayward no se puede ir, y mucho menos puede irse de rositas: ni aceptamos pacíficamente el cierre ni mucho menos aceptaremos los despidos traumáticos que pretende llevar a cabo». 

Los trabajadores lamentan que la «gravísima, irresponsable e injustificable» decisión se haya tomado «desde Estados Unidos», sin atender la especificidad de la planta de Yuncos ahora amenazada.

Hayward contó con dos fábricas en Yuncos y casi 150 empleados en ambas. La localidad toledana constituía «la mayor» plataforma que la empresa tenía en España, por encima de la de Barcelona. Sin embargo, el incendio de junio de 2021 «arrasó la más grande de las dos fábricas que tenía» en la localidad, «dejando a 115 personas sin centro de trabajo». Tras el siniestro, Hayward reubicó a 31 de ellas en la nave que se salvó de las llamas, desplazó a otras trece a Barcelona y planteó un ERE por fuerza mayor para despedir a las otras 70, entre fijas y eventuales, cuya fábrica se había incendiado.

El sindicato acusa a la empresa de «despreciar» tanto los esfuerzos realizados por los trabajadores durante los dos últimos años como los ofrecimientos de ayudas y suelo industrial que tanto la Junta de Castilla-La Mancha como los ayuntamientos de Yuncos e Illescas «han trasladado reiteradamente a la dirección» de la empresa.

Tras el incidente que devoró la factoría de Yuncos, «conseguimos convencer a Hayward para tramitar un ERTE de suspensión de los contratos durante 12 meses, en tanto la empresa decidía si reconstruía y volvía a poner en funcionamiento las instalaciones incendiadas o bien retomaba los procesos industriales en una nueva ubicación».

Según explican fuentes sindicales, «aunque Hayward mantenía aparentemente su interés en recuperar toda la actividad en Yuncos, ha ido posponiendo la reconstrucción de la planta incendiada», sin servirse del auxilio público que se le ofrecía. «Ahora ya ha desvelado que su intención es abandonar Yuncos y centralizar toda la actividad y todo el empleo en Barcelona». La capital catalana será, junto a la francesa Lyon, la única plataforma que la multinacional mantendrá en Europa.

«Hayward ha faltado a sus compromisos y ha defraudado todas las expectativas de la plantilla de Yuncos», insiste García Barroso. El sindicato denuncia que la «intención» de la empresa es «despedir con la indemnización mínima de 20 días por año con el argumento de que si quieren mantener sus empleos, les ofrece trabajo en Barcelona». La propuesta supone «una oferta de movilidad geográfica imposible de aceptar para la inmensa mayoría» de la plantilla.

Además, y «para mayor escarnio», denuncia CCOO, la intención de la corporación es «que las personas afectadas sigan trabajando y sacando producción» bajo la promesa de «incrementar sus indemnizaciones unos pocos euros». 

«Son condiciones inaceptables y no las vamos a aceptar», advierten desde el sindicato. «O Hayward rectifica y mejora sustancialmente sus propuestas o habrá conflicto, movilizaciones y huelgas hasta el último día», concluye García Barroso.