A la caza del rico

G. F. A. (SPC)
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La ofensiva andaluza para atraer empresarios y grandes fortunas no se limita únicamente a Cataluña. Portugal, Marruecos y el Reino Unido también están en su punto de mira

A la caza del rico - Foto: JUNTA DE ANDALUCÍA

Las tarjetas de crédito que simbolizan un estatus acomodado y un rosario de ceros en la cuenta corriente cotizan al alza en Andalucía. Tanto es así, que desde San Telmo están añadiendo un mayor campo magnético a sus imanes para intentar atraer a más propietarios de estos emblemas de la exclusividad. 

El presidente andaluz, Juanma Moreno, acaparó todos los focos mediáticos hace unas semanas cuando hizo un llamamiento directo a los grandes empresarios catalanes para que ubiquen su sede en Andalucía al calor de la rebaja fiscal que aprobó su Gobierno, que incluía además la supresión del impuesto de patrimonio.

 Para que le cuadren los números, es decir, equilibrar, por otro lado, los ingresos que se van a perder con el tijeretazo tributario, el Ejecutivo andaluz precisa atraer al sur a varios miles de afortunados de los que saben lo que es llevar en la cartera una o incluso varias American Express. Solas o en armoniosa compañía con las MasterCard o Visa Infinite. 

El Ejecutivo de San Telmo confía en que su benévola política fiscal convenza a empresarios y gente de economía saneada para censarse en Andalucía. «Es una apuesta política», reconocen abiertamente. 

«Aquí está su tierra», afirmó Moreno a los empresarios catalanes, a los que además recordó: «En Cataluña hay impuesto de sucesiones, aquí no; en Cataluña hay impuesto de Patrimonio, aquí no; y además aquí no nos vamos a independizar nunca, porque somos parte orgullosa de España», aseveró durante su discurso en el foro Next Spain: la España que queremos.

Pero su apuesta va más lejos y además es transfronteriza. De hecho, no solo Cataluña está en su punto de mira. También quieren captar a ricos en Portugal, Reino Unido y Marruecos. Una estrategia en la que la supresión del Impuesto del Patrimonio y las rebajas de IRPF juegan un papel fundamental: son sus imanes para atraerlos a Sevilla, Málaga, Cádiz a Granada o cualquiera de las otras provincias de su territorio.

Advierten, no obstante, que el objetivo básico no son los multimillonarios. No solo, al menos. Rentas medias-altas, como profesionales liberales de éxito, también han sido puestos en el buscador del radar andaluz.

En la cúpula tienen una confianza ciega en los beneficios que le reportará la eliminación del Impuesto de Patrimonio. A tenor de sus cifras, en su territorio hay más de 100.000 extranjeros residentes que no fijan su domicilio fiscal en esta comunidad porque hasta ahora había una figura tributaria, como es la de este impuesto, «que es anacrónica, que no tienen en sus países de origen y que supone un peso importante para ellos», según palabras del propio Juanma Moreno.

 Sobre el papel, los números le salen. Si esos 100.000 extranjeros decidieran asentar su domicilio fiscal en Andalucía, las arcas de San Telmo ingresarían en concepto de IRPF una cantidad hasta 15 veces superior de lo que han recaudado por este tributo hasta la fecha.

Moreno defiende el modelo andaluz basado en la bajada de impuestos para ser un territorio «más competitivo» con una fórmula que ha denominado como la «fiscalidad amable» que contribuya además a «fijar población» en zonas donde más se necesite.

La nueva política fiscal que se impulsa desde el palacio de San Telmo está levantando ampollas en el seno del Govern catalán y sobre todo en su presidente Pere Aragonés. «Deje en paz a los catalanes», le lanzó a Moreno Bonilla nada más conocer su plan al tiempo que lo calificó de «subasta populista».

Sin embargo, se antoja complicado que los empresarios compartan sus palabras porque el Ejecutivo catalán ha tenido que oír sus repetidas quejas sobre la elevada fiscalidad que soportan, una de las más elevadas de España, según aseguran.

Pero ajeno a todas las críticas, Moreno no tiene intención de variar el rumbo de su política fiscal que pesca ya en varios caladeros, buscando a «peces gordos».