Autogestión emocional frente al suicidio

Jaime Galán
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La UCLM ha celebrado esta semana unas jornadas de prevención de la conducta suicida en universitarios y profesionales de la salud. Recomiendan el autocuidado como el mejor antídoto

Ana Isabel Cobo, doctora de la UCLM junto a otros de los ponentes en la Facultad de Fisioterapia y Enfermería.

La Universidad de Castilla-La Mancha y, en concreto, los profesionales de la Facultad de Fisioterapia y Enfermería han abordado esta semana unas jornadas para prevenir lo que muchos sectores de la sociedad quieren hacer invisible por el hecho de ser tabú, el suicidio. Para tratar de poner el debate sobre la mesa, las diferentes ponencias de estas II Jornadas de Prevención de la conducta suicida para estudiantes de la UCLM ofrecieron algunos de los datos del suicidio en nuestro país. Uno significativo es el que afecta a lo que llevamos de siglo, con un aumento del 18 por ciento de estas muertes y de un 25 por ciento en las mujeres. Un dato que, quizás, es más agresivo para el lector si se conoce que por cada caso de suicidio consumado se registran 20 intentos fallidos.

Estos datos son extrapolables al sector sanitario, ya que según la directora de las jornadas Ana Isabel Cobo los profesionales de la salud son unos de los colectivos de riesgo en este tipo de conductas. La enfermera, psicóloga y profesora de la facultad citada explicó ayer ante sus alumnos y otros asistentes que esta profesión es de riesgo por diferentes causas, entre las que se encuentran las condiciones laborales del gremio, la fatiga por compasión «al ver de cerca el sufrimiento o la muerte» o el estrés que los profesionales se llevan a su casa tras la jornada de trabajo.

De ahí que la doctora Ana Isabel Cobo insistiera en fortalecer la autogestión emocional como eje principal para controlar estos impulsos. 

Sin embargo, como ocurre en todos los estamentos de la sociedad, esto no solo le ocurre a los sanitarios, sino que también hay una alta tasa de incidencia en parte del público al que la doctora se dirigía en la tarde de ayer: los universitarios. En estos colectivos, el abanico de causas es aún más amplio y por cuestiones que quizás desde fuera pueden parecer más simples, pero que desde el punto de vista de una persona aún en crecimiento pueden resultar bastante complicados de afrontar. 

Algunos de estos factores para los estudiantes son los continuos cambios sociales a los que están sometidos en esta etapa, «conociendo gente nueva, mudándose a otra ciudad, empezando a vivir solos o recibiendo presión familiar por sacar adelante los estudios», así como los propios retos académicos o el inicio de las prácticas clínicas también en el sector sanitario, al ser estos demasiado jóvenes o inexpertos para ver de cerca casos de enfermedades graves o mortíferas.

Todo lo expuesto quedó argumentado por Cobo con datos procedentes de varios estudios, como el que indica que el 11,5 por ciento de los estudiantes de enfermería tienen conductas suicidas en una muestra de 1567 personas, o que en la región la proporción de casos de suicidio es de cinco a uno para los hombres, pese a que son las mujeres quiénes lo intentan más veces.

Por todo esto, «aunque no era la finalidad de la ponencia» Ana Isabel Cobo ofreció algunas recomendaciones para evitar estas conductas, como el autocuidado físico, psicológico, técnicas respiratorias como el 'Abrazo de la mariposa' o no consumir alcohol y sustancias tóxicas. Además, eso sí, de acudir al psicólogo cuando aparezcan estos problemas «como hacemos con el dentista, el podólogo o el fisioterapeuta», señaló la doctora de la UCLM.