El promotor del PAU de Renfe propone viviendas más pequeñas

J. Monroy
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Explica que la renuncia a la licencia no significa que descarte realizar la promoción de 60 viviendas, sino que va a replantear su superficie para bajarlas de precio.

Mirador de Galiana quiere seguir, con viviendas más pequeñas - Foto: Yolanda Lancha

La guerra de Ucrania ha cambiado las condiciones del mercado inmobiliario, y si tras la pandemia los compradores buscaban viviendas grandes, con grandes terrazas, al llegar el conflicto, la inflación en los materiales y la subida del Euríbor la demanda es muy distinta. Así lo apunta el promotor del PAU de Renfe. Óscar Torres, gerente de Iniciativa FAOS explica que en ningún momento su intención ha sido renunciar a construir las 60 viviendas, locales comerciales, garaje, trasteros y piscina de Mirador de Galiana. Lo que ha hecho es «modificar puntualmente el proyecto, que tenía un problema de densidad de viviendas».

Aquel proyecto original, explica Torres, recogía muchos metros para pocas viviendas. El resultado era viviendas muy grandes, de 200 metros, que salían al mercado a 400.000 euros. Tras el inicio de la guerra, vio que muchos inmuebles podían quedarse sin vender y decidió parar la obra y apostar por casas más pequeñas a precios más asequibles, para que la venta sea rápida, aunque deje de ganar dinero. Su idea ahora es reducir metros de vivienda y hacer más terrazas, que no computan. Puede haber  inmuebles en torno a 140 metros y 60 de terraza, y viviendas de uno, dos y tres dormitorios, con precios entre 165.00 y 240.000 euros. Lo que no puede haber, por concurso, es más casas.

Para hacer esto posible, la empresa ha tenido que renunciar a su licencia y pedir una nueva. Para que todo sea correcto, apunta el promotor, ha presentado su renuncia en el Ayuntamiento y liquidado el ICIO (así lo pidió él) para comenzar de cero con una nueva licencia, que también será más barata y tendrá que ajustarse al precio actual. El vallado perimetral, explica, es doble, no de obra. De paso, al modificar el proyecto, se podrá desarrollar por fases. Las 60 viviendas no se entregarán de golpe, sino por cada uno de los cuatro bloques, que irán arrancando con viviendas vendidas. La promotora también ha solicitado una prórroga en la entrega de la urbanización, para hacerla coincidir, tras el retraso, con la entrega de viviendas.

Torres ya ha devuelto del dinero a los 28 compradores de viviendas y locales, les explicó la modificación del proyecto y que volvería a sacar los inmuebles al mercado. Cuando se haga la modificación del proyecto, su aprobación puede depender de los tiempos electorales, pero la promotora espera volver a vender en dos meses y entregar el primer bloque un año después de continuar la obra.

El Ayuntamiento. La portavoz municipal, Noelia de la Cruz, ha explicado que «lo que la empresa ha solicitado es una addenda de tiempo para poder ejecutar el proyecto de construcción de viviendas y urbanización de esa zona». El Ayuntamiento ha accedido a esa modificación de tiempo «porque la alegación de circunstancias, como los problemas de suministros de materiales y otras cuestiones, el contexto actual en el que estamos es dificultoso para todos, para empresas y para las administraciones y lo que hay que hacer es buscar puntos de entendimientos para que al final esa empresa cumpla con su obligación».