«Fue un subidón ver cómo una toledana portaba un Goya»

O. Furones
-

El director del programa 'Estamos de cine', Roberto Lancha, analiza en profundidad la noche de los Premios Goya 2024, que coronó a varios representantes toledanos por sus grandes trabajos

Mabel Lozano, ganadora del Goya a Mejor Cortometraje Documental. / - Foto: EFE/Chema Moya

Una atmósfera llena de glamour y brillo. La fiesta del cine español, en su 38ª edición de los Premios Goya, se convirtió en un verdadero espectáculo de alta costura y estrellas de la gran pantalla, donde las lágrimas de emoción se mezclaron con los flashes de millones de cámaras. Y en medio de todo este resplandor, la provincia de Toledo brilló con dos prestigiosos premios Goya para sus talentosos representantes.    

En una jornada llena de emociones intensas y nervios a flor de piel, cada momento era como un latido del corazón, con el discurso apenas esbozado, en caso de que llegara el momento de recoger algún premio. Son instantes únicos, especiales, que se graban en lo más profundo del alma. La memoria de Roberto Lancha, director del programa 'Estamos de Cine' en CMM Radio, está repleta de estos recuerdos que despiertan sentimientos profundos a los amantes del cine, y que para él «se ha convertido en una tradición».

Este toledano es el precursor de un programa que ha tocado el corazón de Castilla-La Mancha con su pasión por el cine, las series y las bandas sonoras. Pasión que también trasladó hasta la 'alfombra rosa' de los Premios Goya 2024. Una emoción que va acompañada de un arduo trabajo, una melodía que se compone de esfuerzo y dedicación con un resultado de «cansancio extremo». «La gala de los Goya empieza a las 10 de la noche, pero la alfombra roja está prevista que arranque a las 6 de la tarde. A las 9 de la noche la foto institucional, pero a la prensa nos hacen acreditarnos a las 4 de la tarde. Saliendo de allí a las 3 y media de la madrugada». 

Mabel Lozano y Roberto Lancha posan con el Goya. Mabel Lozano y Roberto Lancha posan con el Goya. El objetivo claro desde el primer momento, intentar estar segundos o minutos con los nominados «mientras desfilan por la alfombra roja. Sabes que más tarde, a lo mejor, no podrás estar con ellos y hacerles alguna pregunta, como por ejemplo a Penélope Cruz, Pedro Almodóvar o José Sacristán. Ese es, por un lado, la visión más glamurosa de la gala». Una vez conquistado el Goya, los diferentes ganadores visitan a los periodistas. Es el momento perfecto donde tienes la oportunidad de sentarte con un Bayona, Malena Alterio, o Mabel Lozano con la que pudimos compartir su alegría. Disfrutamos de ella en la alfombra roja, y nos dijo que le trajimos suerte, y justo después tuvimos la oportunidad de celebrar su Goya. Sentados durante unos minutos palpamos de cerca ya al cabezón».

«Fue un subidón ver cómo una toledana portaba el Goya por la alfombra. Nos apuntó que estaba muy orgullosa de representar la tierra», apuntó Lancha.

La directora, escritora y actriz Mabel Lozano fue la ganadora del Goya a Mejor Cortometraje Documental por 'Ava'. Un nuevo film en el que vuelve a sumergirse en una historia sobre abusos en la que recorre el horror de las mujeres víctimas de trata con discapacidad. 

Julián Lominchar (derecha) junto a su equipo de ‘Robot Dreams’. Julián Lominchar (derecha) junto a su equipo de ‘Robot Dreams’. - Foto: EFE/Mariscal.Goya con sabor toledano, al que también se sumó el conseguido por Carlos Valle y Julián Lominchar, por 'Robot Dreams'. Estos dos toledanos forman parte del equipo que se llevó la estatuilla a la Mejor Película de Animación. 

Julián Lominchar, originario de Corral de Almaguer, desempeñó un papel esencial en la realización de la película, aportando su talento como animador. Por otro lado, Carlos Valle contribuyó al departamento de producción, sumando su experiencia al proyecto.

«Para un amante del cine como yo, estar allí es lo que te hace feliz», destaca un emocionado Roberto Lancha.

Un firmamento mágico, la gala de los Goya, en la que te «adentras en un universo paralelo» donde la magia del cine cobra vida en cada paso, en cada gesto, en cada palabra. Y donde Toledo volvió a estar presente.