Tanques, camiones que llevan en su interior un laboratorio, equipos capaces de desactivar explosivos, helicópteros o francotiradores en las azoteas de los edificios más representativos de Toledo son sólo algunos de medios con los que la Policía Nacional ha preparado el mayor dispositivo de seguridad de la historia en la capital de Castilla-La Mancha.
Bajo el contexto de la celebración de dos reuniones informales del Consejo Europeo presidido por España, Toledo ha acogido durante apenas tres días a una veintena de ministros europeos, así como los integrantes de todas y cada una de sus plantillas, y a centenares de periodistas internacionales que debían cubrir el evento. Una cita que, por raro que parezca, se celebra continuamente por diversos lugares del mundo y que Toledo y más concretamente, el campus universitario de la Fábrica de Armas, ha acogido con éxito y sin incidencias.
Para que esta cita se haya desarrollado con normalidad ha resultado fundamental el dispositivo de seguridad que ha coordinado el Cuerpo Nacional de Policía. Aproximadamente mil efectivos de este cuerpo, más una amplia colaboración de Policía Local de Toledo, Bomberos locales y provinciales, Guardia Civil y profesionales del Sescam, entre otras administraciones, han hecho posible que aquellas personalidades que toman las decisiones en Europa pudieran hacerlo con total seguridad por las instalaciones toledanas.
Toledo estuvo custodiada durante tres días por innumerables furgones policiales, vehículos especializados o agentes con fusil en mano. - Foto: Yolanda LanchaAdemás, en sus ratos de ocio, algunos de los participantes de esta cumbre europea asistieron a otros eventos secundarios en lugares patrimoniales de la ciudad, como la Catedral o el Monasterio de San Juan de los Reyes, lo que hizo aún más visible por todo el término municipal un dispositivo de seguridad al que no estaban acostumbrados los toledanos.
Era 'la comidilla' de toda conversación de barrio. Y es que no todos los días se ve tanta presencia policial por la ciudad. José Carlos Robles, inspector jefe de la brigada de Seguridad Ciudadana de Toledo, es uno de los coordinadores del citado dispositivo de seguridad. Por ello, él revela que en dicho operativo han participado seis grupos de la Unidad de Intervención Policial (UIP), quiénes cuentan con los medios materiales «más potentes» del cuerpo, ya que se tratan de órganos móviles de seguridad pública, es decir, «que tienen capacidad para actuar en cualquier parte del territorio nacional en un período breve de tiempo y desplazándose con sus propios medios».
Estas unidades han traído algunos de los vehículos más llamativos del dispositivo, como la tanqueta de tres ejes poco utilizada en nuestro país, pero que se ha podido observar en otros despliegues policiales más mediáticos, como por ejemplo en el referéndum del 1 de octubre de 2017 en Cataluña o en los disturbios de la huelga de los profesionales del metal en Cádiz, en el año 2021.
Toledo estuvo custodiada durante tres días por innumerables furgones policiales, vehículos especializados o agentes con fusil en mano. - Foto: Yolanda LanchaA este vehículo se pueden sumar los camiones que custodiaban la entrada a la Fábrica de Armas, el que guarda en su interior un laboratorio para actuaciones especiales de la Policía Científica -sólo requerible su uso para catástrofes, según el inspector Robles- o el conocido como GOIT y cuyas siglas responden al Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas. Sobre este último, el inspector toledano detalla que «tiene todas las utilidades imaginables, desde medios para excarcelar un vehículo, extinguir un incendio o acceder a sitios imposibles».
A los vehículos hay que sumarle la impresión que causa ver por la calle por la que el toledano pasea diariamente a un agente custodiando potentes armas como fusiles o francotiradores, estos últimos en lo alto de edificios públicos o privados. Llamativa también la presencia policial en la avenida Mas de Rivero, muy cercana al entorno de la Fábrica de Armas y muy frecuentada normalmente por los ciudadanos para hacer deporte, que durante estos días contaba con algunos de estos policías realizando sus labores de vigilancia separados por pocos metros de distancia.
Menos visibles, quizás, pero de vital importancia han sido las unidades policiales que se han encargado de establecer el control aéreo, por medio de helicópteros y drones, o las de revisar el subsuelo. El objetivo es prevenir todo tipo de riesgo, desde actitudes violentas o manifestaciones contrarias al evento, así como sucesos más graves vinculados al terrorismo.
El caso es que un dispositivo de semejantes características no se prepara de un día para otro, sino que «es cuestión de meses», como revela José Carlos Robles. El responsable de la brigada de Seguridad Ciudadana describe los preparativos como «un puzzle» que se va construyendo entre la Consejería General de Información y la Unidad de Inteligencia y en contacto continuo con el Gobierno de España y de los países que asisten, entre otras cosas, para conocer los alojamientos seleccionados que también deben proteger.
José Carlos Robles afirma que es el mayor dispositivo policial que ha visto en Toledo desde que opera en la ciudad y parece estar acertado. Recientes visitas de Su Majestad el Rey o de presidentes del Gobierno conllevan un protocolo importante, pero ninguno se asemeja al vivido la semana pasada. Más similar fue un operativo desplegado en el año 2010 con otra cumbre europea, en este caso de ministros de Seguridad e Interior, pero la hemeroteca tampoco evidencia la presencia de tantas unidades especializadas.
Habría que rememorar alguna visita internacional durante la dictadura franquista, como por ejemplo la visita a la ciudad del comandante de las SS hitlerianas, Heinrich Himmler, para poner en duda si es o no el mayor dispositivo que se ha coordinado en Toledo. Que España esté en el nivel cuatro de alerta terrorista o la actual guerra de Ucrania pueden ser argumentos suficientes para justificar el despliegue policial.
Lo sean o no, la realidad es que el dispositivo de seguridad finalizó sin lamentar incidentes. Un éxito que hay que ponderar con méritos a todos aquellos que formaron parte de él, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a las demás administraciones.
Incautados seis drones en zonas restringidas. La mayor incidencia del dispositivo tuvo que ver más con la curiosidad que con violencia u otros actos delictivos más comunes. La Policía neutralizó durante la cumbre seis drones que volaban por zonas no autorizadas. Se enfrentan a sanciones administrativas.