Los alérgicos vivirán una primavera moderada en Talavera

Lola Morán Fdez.
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Se prevé una temporada similar a la pasada, con niveles más pronunciados que en otros puntos de la región, aunque dependerá de las lluvias y temperaturas

Se prevé que esta primavera será moderada, como la registrada el año pasado. - Foto: Isabel García

La primavera será moderada para los alérgicos en Talavera, donde se prevé una temporada similar a la del año pasado, si bien todo dependerá en última instancia de la pluviosidad y de las temperaturas que se registren. Es la previsión que se maneja desde la Sociedad Española de Alergia, entidad que a través de su Comité de Aerobiología lleva a cabo análisis mediante métodos matemáticos atendiendo a factores como la pluviosidad del otoño para adelantar cómo será cada primavera en cuanto a alergias de pólenes.

Así lo explicó a La Tribuna Álvaro Moreno Ancillo, alergólogo en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera y coordinador de la Unidad de Asma Grave Multidisciplinar, quien precisó que, al haber sido un año seco, se prevé que esta temporada sea leve moderada en las dos mesetas. No será así sin embargo en Talavera así como en Toledo y en las dos provincias extremeñas, que conforman un «triángulo de ciudades con los niveles de pólenes de gramíneas más altos de España y con una presión alergénica, sobre todo de la primavera de la gramínea más alta, que son Talavera, Cáceres y Badajoz».

A falta de ver si llueve esta primavera, se prevé por tanto una temporada «leve moderada en Castilla-La Mancha, más moderada y no sabemos si tendiendo a valores normales en la zona de Talavera y en Extremadura». Así, si bien en la ciudad no se presenta una primavera «tan leve como en otros lugares» de la región más al este, sí se espera que sea «moderada».

Así, «no se esperan grandísimos niveles de polen de gramíneas que son los más importantes, los que sensibilizan a más gente, pero sí que va a haber clínica», confirmó Moreno Ancillo, quien precisó que un 20 por ciento de la población es sintomática.

Desde el pasado febrero hay otra serie de pólenes presentes, como son los de las cupresáceas, que en Talavera alcanzan también niveles «muy elevados» y que todavía persisten. A ello se suman los síntomas que provocan las parietarias, si bien hay que estar cerca de estas plantas para que provoquen alergia y ya se empiezan a detectar gramíneas, «el polen más peligroso, al que más gente tiene alergia y el que más dura». Su punto culmen será a mediados de mayo y permanecerá hasta junio.

En Talavera, por tanto, los pólenes presentes «son los clásicos más frecuentes», con «mucho polen de gramíneas, de cupresáceas, de plátano de sombra y de olivo». «Tenemos los cuatro jinetes del apocalipsis alergológico polínico», señaló Moreno Ancillo, insistiendo en que «sin esperar una primavera horrenda, porque la pluviosidad no ha sido tal, sí que en nuestra zona al menos será moderada y luego dependerá también de las propias temperaturas que haya.

Al respecto, el especialista indicó que el aumento de temperaturas puede hacer que aumenten antes los niveles de pólenes, algo que «condiciona mucho los síntomas». «Como son cambios de niveles de pólenes relativamente rápidos, la respuesta es importante y la sintomatología cambia muy rápido y desde el punto de vista de calidad de vida se hace muy relevante», expuso.

Con todo, se prevé que esta primavera sea similar a la pasada, si bien puede coincidir con niveles altos de pólenes con «coletazos de virus respiratorios». Algo que provoca «una sinergia» puesto que en ocasiones «se potencian» en personas con sintomatología alérgica y puede conllevar una mayor sensibilización para que en primaveras posteriores sea «más alérgica».

Esta situación también puede provocarla la polución, de ahí que las alergias sean más acentuadas en las ciudades frente al medio rural. «Virus y polución generan un entorno muy favorable para que el polen se convierta en más agresivo», explicó este alergólogo.

Además, añadió que la polución y el cambio climático «hacen que el polen esconda proteínas más potentes» asociadas a las que dan alergia a los alimentos vegetales, entre ellos frutas. En esta zona en concreto las más frecuentes con las proteínas profilinas, ligadas sobre todo al polen de la gramínea, y que generan picor de boca o síndrome de alergia oral, frecuente con el melón y las frutas tropicales. Asimismo, cada vez más aparecen alergias a otras proteínas con reacciones más graves, como las LTP, asociadas a frutas rosáceas como el melocotón y el albaricoque, y a los frutos secos.

Moreno Ancillo aprovechó para subrayar la importancia de diferenciar entre alergia a la lactosa y a la proteína de leche, puesto que este segundo puede causar una reacción alérgica mortal.