Los estragos provocados por las tormentas del primer fin de semana de septiembre en algunos centros educativos de la provincia oscurecen el inicio del nuevo curso escolar. Las principales dificultades se localizan en los colegios e institutos de las localidades más golpeadas por el gran diluvio. La concatenación de fenómenos meteorológicos extremos sobre el territorio toledano preocupa en el sector. El sindicato ANPE reclama a la Consejería de Educación la creación de un plan que permita a docentes y familias encarar sin incertidumbre los efectos que causan unos episodios que se han hecho recurrentes.
La implantación de un «protocolo de actuaciones meteorológicas», según lo define Julio César Casarrubios, presidente provincial del sindicato, establecería las condiciones para la prestación del servicio educativo ante eventualidades que impidieran el acceso físico al centro escolar y detallaría «las actuaciones concretas» para guiar el trabajo de los equipos directivos.
«La Lomloe, elaborada durante las restricciones por la pandemia, ya prevé la creación de un protocolo que dé tranquilidad y seguridad a los profesores y las familias», añade Juan José Arévalo, asesor jurídico del sindicato. «Nos están llamando profesores que nos preguntan qué tienen que hacer porque este asunto les genera preocupación; se plantean, incluso, la posibilidad de pedir un permiso».
Más allá de los efectos de la DANA en la provincia, el nuevo curso escolar «viene marcado por la reversión de los recortes», asegura Casarrubios. «Hay 300 profesores más respecto al año anterior, se han reducido las ratios, se ha bajado una hora lectiva y se han recuperado los apoyos en educación infantil», detallan en el sindicato. Además, un millar de interinos han cobrado el verano, una medida que no se aplicaba desde 2012. En ANPE aplauden «las cosas bien hechas» por parte de la Administración y piden profundizar en este camino.
Asimismo, el sindicato reivindica su éxito en las negociaciones para la implantación de las «reuniones telemáticas» que puedan solventar aquellos eventos en los que se requiere la participación de varios profesores y «la no caducidad de la nota de oposición desde 2010» que permite a los interinos mantener «la mejor nota». Entre las propuestas de futuro, ANPE confía en la rápida activación de un nuevo sistema de «adjudicaciones a la carta», que permitirá a los docentes de las diferentes bolsas de trabajo «elegir entre una localidad u otra».
RETOS. ANPE insiste en su rechazo al plan de estabilización en el sector educativo ideado por la Junta de Comunidades. «Siempre nos hemos opuesto a un proceso que no tiene nada que ver con la educación. Más que una propuesta para la estabilización, lo ha sido para la desestabilización», apunta Casarrubios. Según sus estimaciones, unos 300 interinos procedentes de otras comunidades autónomas han obtenido plaza en la región. «Han quitado puestos de trabajo a interinos de aquí: en dos años se irán y dejarán el puesto libre». Desde el sindicato defienden «las oposiciones que garantizan un empleo público y de calidad».
La implantación definitiva de la Lomloe en el curso recién iniciado acarreará más carga burocrática al profesorado. La nueva terminología o las novedades que deberán llevar las diferentes programaciones de cada departamento son algunas de las novedades por resolver. «La mayor dificultad es la carga burocrática, la necesidad de elaborar nuevos informes o reunir una documentación diferente», desgrana Arévalo. «Creemos que el profesor no puede asumir tantos cambios legislativos».
El nuevo marco regulatorio de la educación permite pasar de curso e incluso titular con asignaturas suspensas. «Afectará a los más vulnerable, que son los que más pierden», dicen. Los responsables del sindicato creen que para «acabar con el fracaso escolar» se debe apostar por «reducir ratios, dar más apoyos, contratar profesores y favorecer la educación individualizada».