El Barça agudiza su crisis en Mónaco

Europa Press
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El Barça agudiza su crisis en Mónaco - Foto: EFE/EPA/SEBASTIEN NOGIER

El Barça perdió (91-71) ante el AS Mónaco este viernes en la jornada 17 de la Euroliga con una mala imagen que agudiza su crisis de juego y resultados, a remolque de un rival que aprovechó la debilidad azulgrana para acercarse a la zona alta de la tabla.

Los de Roger Grimau, que pierden su colchón en la tercera posición (11-6), fueron siempre por debajo en el marcador de la Sala Gaston Medecin. Los locales, que se colocan con 10-7, mandaron con una intensidad a la que no llegó ni asomarse un Barça que encajó su séptima derrota en los últimos 10 partidos.

Como arranque en el Principado, el equipo de Grimau vivió un 'quinto cuarto' de su contundente derrota contra el Unicaja hace dos días. Un 27-15 en el que se vio muy superado por la agresividad en cada línea de un Mónaco además acertado, con un ritmo que apenas igualó Jabari Parker desde el banquillo para maquillar el cuarto.

El ejercicio coral de los locales levantó más de un frente en contra de un Barça con trabajo en defensa y en el rebote. La entrada de Willy Hernangómez mejoró el panorama azulgrana, aunque no tuvo minutos en el segundo tiempo de manera sorprendente, y cinco puntos seguidos de Laprovittola, antes del descanso, suavizaron el golpe que llegó a ser de 16 puntos de desventaja para dejarlo en un 47-36.

El base argentino estuvo bien vigilado y tampoco tuvo su día, ni Satoransky. Mientras, James (20 puntos) siguió anotando y, tocado con una brecha en la cabeza, Diallo (19) le tomó el relevo. El Barça llegó a acercarse a ocho puntos, pero se derrumbó con la irrupción del alero estadounidense en el tercer cuarto (67-52). El Mónaco agrandó incluso su renta en el último parcial, sin Willy el Barça y perdiendo balones ante la falta de ideas en ataque.

Los chispazos visitantes no sirvieron de nada, al final para evitar la treintena de diferencia, pero no para cortar la mala dinámica. El Barça termina el año con malas sensaciones, pese a ser tercero de la Euroliga, obligado a un borrón grande y una cuenta nueva que espera en 2024 para remontar el proyecto de Grimau.