"Algunos hijos 'roban' la vida a los abuelos por egoísmo"

Juana Samanes
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Inquieto. Su manera de afrontar la profesión le ha hecho asumir proyectos muy diferentes en todos los ámbitos de la interpretación, incluso en el doblaje

"Algunos hijos ‘roban’ la vida a los abuelos por egoísmo"

Hay actores a los que el público recuerda con especial cariño porque los asocia a los carismáticos personajes que interpretaron, más aún si fueron a través del medio televisivo y se metieron en nuestras casas semana tras semana. Eso ocurre con el abulense Tito Valverde, al que ahora podemos ver en la comedia familiar ¡Vaya vacaciones!, donde encarna a un abuelo al que su hijo coloca a sus vástagos día tras día.

Esta comedia relata el abuso de los abuelos; una cosa es pedir colaboración y otra explotarlos. Supongo que comparte esta crítica…
Efectivamente, lo que dices es verdad, una cosa es disfrutar de los nietos y otra es sufrirlos, pero eso ocurre con los amigos o la familia. Cuando el sufrimiento es mayor que el disfrute de ahí surgen los problemas graves, pero cuando, afortunadamente, el cariño predomina por mucho que te quejes es otra cosa 

¡Vaya vacaciones!  también aborda que los abuelos jubilados tienen, además, derecho a tener su espacio y su tiempo para ellos. 
Roban la vida a los abuelos, no es que quieran hacerlo, es que los hijos van a lo suyo y a eso se llama egoísmo. Y en este caso, los niños lo que quieren es divertirse.

Creo que el rodaje de la película ha resultado muy divertido. ¿Cómo ha sido mezclar tres generaciones en este nuevo rodaje?
Bueno, no ha estado mal, pero no ha sido una fiesta permanente. Hay que tener en cuenta que trabajábamos 12 horas diarias, pero como nos alojábamos a 50 kilómetros de Buñol, donde rodábamos, nos dábamos unas palizas terribles para llegar, con madrugones. Y no hay que olvidar que cuando empezamos a filmar todavía estamos en pandemia, con mascarillas, distancia y todas las medidas de seguridad, con los inconvenientes que eso lleva y, por supuesto, con cierto miedo a contagiarnos.

¿Entonces alguna escena se atascó?
Más que complicarse es que, por ejemplo, una que se desarrolla en la playa, la filmamos de madrugada, había llovido el día anterior, y a mí me entierran en la arena, luego pasé un frío terrible. Afortunadamente, había un buen ambiente, una relación muy buena con los compañeros, pero también con los técnicos y todo eso se sobrellevaba. 

Ha tenido una carrera profesional llena de éxitos, ¿pero qué tuvo el personaje de Gerardo Castilla, de la serie El comisario, para que todos le recordemos por ese papel?
El comisario fueron 10 años de emisión en televisión y eso es mucho. Y eso que la gente no lo recordará, pero en principio, se concibió como una comedia.

Hace unos cuatro años decía que se jubilaba y aquí sigue al pie del cañón, ¿ha sido porque le ha gustado especialmente este proyecto?
Me jubilé, pero sigo haciendo cosas específicas que elijo un poco: o por dinero o por placer. He doblado, por ejemplo, al personaje del inspector, en Tadeo Jones 3, de Enrique Gato, y por placer, la que se estrenará en otoño El camino de la suerte, una película pequeña en presupuesto, pero grande por contenido en la que he vuelto a trabajar con mi mujer. Está inspirada en hechos reales y tiene un contenido muy optimista.

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