La DANA ha dejado más vehículos dañados que hace dos años

J. Monroy
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Sin imágenes tan espectaculares como las de Luz del Tajo, las lluvias de este fin de semana han afectado mucho más a coches en zonas como Magán o Mocejón

La DANA ha dejado más vehículos dañados que hace dos años - Foto: David Pérez

Las imágenes de coches atrapados en el entorno de Luz del Tajo es uno de los recuerdos que dejó la DANA que asoló Toledo hace dos años. Entonces, fueron muchos los vehículos que quedaron inutilizados por la lluvia. Sin embargo, sin que haya sido tan alarmante, ni haya habido fotografías tan espectaculares, las lluvias de este pasado fin de semana han dejado todavía más vehículos inservibles a lo largo de la provincia.

Así lo explica la presidenta de la Asociación de Talleres y Concesionarios y de la Cámara de Comercio de Toledo, María de los Ángeles Martín, quien apunta que «en esta ocasión, en automóviles, la DANA ha sido bastante más fuerte que la anterior». Hace dos años, además de los casos de la To-23, hubo coches averiados por la lluvia en Cobisa. Pero ahora hay muchos daños en la zona de Mocejón, Magán y zonas de alrededor, donde «hemos visto imágenes de coches montados hasta tres unos encima de otros». Son vehículos que peritará el Consorcio de Seguros, pero que lo normal es que vayan a siniestro.

En estos días, advierte Martínez, las asistencias no paran para los talleres. El suyo, por ejemplo, atendió el lunes casi cien servicio y ayer hizo más todavía y tenía en cola además más de cien servicios.

Muchos, a siniestro. En estos casos, apunta Martínez, es el Consorcio de Seguros el que se hace cargo de los daños. Para los vehículos a todo riesgo, «se lo gestiona su compañía y viene el perito del Consorcio, y para terceros lo tiene que gestionar el cliente». Eso sí, hay otro sistema de siniestros y porcentaje diferente al habitual.

El problema es que la gran mayoría de estos coches, por la experiencia de hace dos años, serán siniestro. Entonces el Consorcio dio siniestro a todos los que tenían agua por encima de la mitad del motor y por la experiencia de Martínez es muy complicado ya cuando el agua rebasa los pedales. Además, en esta ocasión también ha habido mucho barro, que lo complica todo todavía más.