Simeone y su gran frustración

Iñaki Dufour (efe)
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Tras dos finales perdidas y varios cursos entrando en octavos por poco, el Atlético vuelve a caer en un torneo que le «cuesta» mucho

El técnico argentino resignado tras una ocasión fallada de su equipo - Foto: Reuters

Ni siquiera el desenlace tan dramático, tan insólito, en una secuencia 'imposible' entre el penalti y los rechaces sin gol con el tiempo ya cumplido contra el Bayer Leverkusen, rebajan el fiasco del Atlético de Madrid en la Liga de Campeones, tan cercana hace un lustro y tan lejos ahora, entre el declive que confirman sus números, 11 victorias en sus últimos 32 duelos, y el laberinto interminable que supone para Diego Simeone.

«No tengo ninguna duda de que la Champions me cuesta. Me ha costado, con las dos finales que perdimos, una en los penaltis y otra en la prórroga. Más cerca de ganar una final del torneo que los penales creo que no se está», asumía instantes después de la eliminación el técnico argentino, en referencia a las derrotas contra el Real Madrid en Lisboa en 2014, cuando ya rozaba el título, antes de la debacle física de la prórroga, y en Milán en 2014, cuando cayó en la tanda de los 11 metros por una mínima diferencia, por un único lanzamiento.

Aquellas dos finales han marcado la historia del cuadro rojiblanco, de Simeone y de la afición, en esa obsesión permanente por alcanzar el título aún imposible en sus casi 120 años de existencia, tan cercano entonces y tan lejano ahora, en el incomparable recorrido entre sus primeras cuatro participaciones en el torneo (las dos finales en 2014 y 2016, más las semifinales de la 16/17 y los cuartos de la 14/15) y las seis últimas (dos cuartos, dos octavos y dos eliminaciones en la fase de grupos).

De un tiempo a otro, desde que alcanzó sus últimas semifinales en la 16/17 (desde entonces no ha logrado llegar a esa ronda), cuando fue eliminado por el Real Madrid, la curva de victorias ha caído del 58 al 36 por ciento en este torneo, mientras crecían los empates (22 al 32 por ciento) y casi se doblaban las derrotas (18 a 32 por ciento), desde el curso 17/18, la anterior vez que se quedó fuera de octavos, igual que ahora.

Cada fase de grupos, desde entonces, ha sido una agonía para los colchoneros, siempre relegados a la segunda posición de su cuarteto -cuando en las cuatro primeras siempre terminó en la cima-, al filo de la caída, a jugarse la clasificación hasta el último momento, como ocurrió en la 17/18, apeado en Stamford Bridge con un 1-1, pero también como siguió adelante en la 19/20 (2-0 al Lokomotiv), en la 20/21 (0-2 al Salzburgo) y en la 21/22 (1-3 al Oporto), cuando hace un año se clasificó para los cruces con siete puntos por los cinco que tiene ahora.

La decadencia europea se acentúa aún más en los últimos cursos. Desde el batacazo en Turín, cuando Cristiano Ronaldo y la Juventus le levantaron un 2-0 del duelo de ida en el estadio Metropolitano para arrollarlo y expulsarlo de la Liga de Campeones en la 18/19, el Atlético ha disputado 32 encuentros en la competición, de los que solo ganó 11 (un 34 por ciento nada más), empató nueve y perdió 12, más de los que venció entre las ediciones de 19/20, 20/21, 21/22 y 22/23 y las mismas derrotas que había sufrido en el recorrido anterior de 62 compromisos entre la 13/14 y la 18/19.

La parada de Hradecky, el remate al larguero de Saúl y el tiro final de Reinildo, que sacó el propio Carrasco, culminaron la frustración de Simeone: «Soy cabeza dura y voy a seguir insistiendo hasta que tenga la posibilidad en este club, entrando primero en la Champions y buscando algo que nos falta».