Velázquez regulará los pisos turísticos sin la modificación 32

Galán
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La sentencia del Supremo favorece la intención del Gobierno local para abordar una ordenanza alejada de la solución que planteó Tolón hace unos meses. La normativa estaría en un punto inicial, pero vería la luz en 2024

Velázquez regulará los pisos turísticos sin la modificación 32 - Foto: David Pérez

Esta semana el Tribunal Supremo avalaba mediante una sentencia que las comunidades de vecinos pudieran limitar el número de viviendas de uso turístico en sus inmuebles. Esto, llevado a Toledo, se cruza con la situación de una ciudad que actualmente no concede nuevas licencias al encontrarse en tramitación la nueva  modificación puntual del Plan General de Ordenación Municipal de 1986, la conocida como modificación número 32, que salió a información pública y que se encuentra en fase de contestación de las alegaciones presentadas

Hasta ahora, el Gobierno de Carlos Velázquez no se había posicionado sobre esta problemática acuciente en la ciudad, como es el caso de la proliferación de las viviendas de uso turístico. Sin embargo, la reciente sentencia del Supremo favorece la intención del Gobierno municipal de no seguir adelante con la citada modificación del Plan General debido a las dificultades de tramitación que propicia ya que su aprobación podría demorarse dos años.

De hecho, el portavoz municipal, Juan José Alcalde, fue el primero en valorar ayer este dictamen judicial, recalcando que viene a desvelar «la importancia de los vecinos en las ciudades». Una valoración sobre la actualidad que sirvió para que Alcalde avanzara que el bipartito ya está trabajando en una nueva ordenanza que regule la situación de los pisos turísticos en la ciudad, entre otras cosas, para obtener ese equilibrio entre turismo y vecinos y para solventar la parálisis de concesión de licencias actual.

A raíz de estas palabras del portavoz municipal y  según ha podido saber La Tribuna con miembros de la Corporación, esta nueva ordenanza se encontraría en un punto inicial, pero vería la luz antes de lo que se preveía la anterior, es decir, la presentada por Tolón antes de las pasadas elecciones municipales del mes de mayo. Sería así porque nacería amparada en los fundamentos jurídicos que avala el Tribunal Supremo y porque, a diferencia de la anterior, no se vincularía su aprobación a una nueva modificación puntual del Plan General de Ordenación Municipal, lo que acortaría en exceso los plazos. Pese a estar en fase embrionaria, desde el Gobierno local estiman que la nueva ordenanza que regularía esta actividad turística en la ciudad estaría lista a lo largo del año 2024. 

Lo tienen claro porque además de contar con el sustento jurídico de la citada sentencia, la nueva normativa se inspiraría en el contenido de otra ordenanza pasada del Ayuntamiento de Toledo que no llegó a ver la luz. Es el caso de la que redactó el que fuera arquitecto municipal Ignacio Álvarez Ahedo en la etapa en la que Teo García, era el concejal socialista que llevaba la cartera de Urbanismo. Pese a que esta iniciativa llegó a contar con el consenso de los diferentes grupos políticos, otra convocatoria electoral frenó su aprobación. 

Fue el propio Juan José Alcalde  el que dejó entrever en rueda de prensa que se estaban amparando en este contenido «que se quedó a medias», porque en referencia a la presentada por Milagros Tolón en los últimos meses de su gobierno Alcalde afirmó que «lo que nos quedó en el cajón es algo para arrancar, pero nada definitivo».

De hecho, el propio portavoz municipal recalcó ayer que ellos mismos desde la oposición presentaron alegaciones a esta regulación «y ni siquiera obtuvimos respuesta».

Ahora, por tanto, el equipo de Gobierno se plantea separar la redacción de una nueva Ordenanza municipal de la modificación del Plan General,  también obsoleto porque data de 1986 y el Ayuntamiento está embarcado en la redacción de un nuevo planeamiento.

Eso sí, la ordenanza es necesaria porque en el Caco histórico hay muchos edificios que no tienen comunidad de vecinos al pertenecer a una misma familia o propietario y no estarían afectados por el fallo del Supremo. Sin ofrecer mayores detalles, Juan José Alcalde trasladó su intención de fijarse «en lo que hagan otras ciudades Patrimonio de la Humanidad», respetando a los vecinos, porque argumentó que aunque quieren «una ciudad viva», no tolerarán «que las comunidades de vecinos parezcan hoteles».