Ya se conocen algunas de las cuestiones que el Ayuntamiento quiere poner sobre la mesa en la próxima reunión entre el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, y el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, de dentro de una semana. El Consistorio ha adelantado la necesidad de cerrar la circunvalación a Toledo, o de crear dotaciones sanitarias, como el centro de salud de Valparaíso. Sin embargo, expensas de este primer encuentro, el consejero de Fomento, Nacho Hernando, ya ha adelantado al alcalde que «si no hay POM, todo lo demás son ocurrencias».

Porque «¿sin un POM, cómo podemos saber lo que necesita Toledo no para mañana, sino para los próximos años?». Hernando insistió en que, dependiendo por dónde va a crecer la ciudad, se podrán planificar más infraestructuras sanitarias o carreteras. «Habrá que ver si se plantea un modelo de mayor crecimiento en el Polígono que requiera, ante todo, mejores infraestructuras», o «puede quedar muy bien hacer ese centro de salud en Valparaíso o La Legua, ¿pero cuáles son las condiciones bajo las que van a seguir creciendo?». Sin esa hoja de ruta «hacemos planteamientos de salto de mata».

Hernando ha valorado que la del próximo viernes será una primera reunión para fijar posiciones, con muchas reivindicaciones y muchos interrogantes. Por ejemplo, le interesa saber los detalles del puente que quiere plantear el Ayuntamiento entre Polígono y Azucaica. Porque puede costarle entre 20 y 30 millones de euros. Cierto es que el PSOE le dejó suficiente dinero en caja para hacerlo, pero «otra cosa es que te dejen desde el punto de vista de las normas fiscales, que tal y como se va a poner Europa el año que viene, probablemente no lo haga». Además, sin el POM, no se sabe si será compatible ese puente con la nueva línea del AVE.

Por lo que más le sorprende, insistió, es que se plantee desde el Ayuntamiento a la Junta la construcción de determinadas infraestructuras sin haber planificado antes la ciudad con el POM. De hecho, llegó a advertir que Toledo no puede seguir con una ordenación de 1986, hay que adecuar las normas urbanísticas al siglo XXI, «en ninguna doctrina urbanística ni ciudad seria puedes ir en base a modificaciones puntuales y evitando la responsabilidad de actualizar las normas urbanísticas», sería «un fraude de ley».