El retrato de Joaquín Vara de Rey, el héroe de Caney

Arx Toletum
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Más de 6.000 soldados de la División Lawton atacaron El Caney, con ametralladoras y artillería, contando la guarnición al mando de Vara de Rey con 550 hombres con fusiles Máuser modelo 1893.

El retrato del general Joaquín Vara de Rey y Rubio puede contemplarse en la exposición ‘1898 El final de cuatro siglos de Cuba y Filipinas españolas’. - Foto: Museo del Ejército

Quien ya haya visitado o quien próximamente visite la exposición temporal del Museo del Ejército: '1898 El final de cuatro siglos de Cuba y Filipinas españolas', podrá apreciar una serie de retratos al óleo, entre los que destaca por su menor tamaño pero mayor colorido, por la precisión de sus trazos y por su extremo clasicismo el correspondiente al general Joaquín Vara de Rey y Rubio, obra de un jovencísimo Anselmo Miguel Nieto, pintor vallisoletano que posteriormente se consagrará como magnifico retratista.

La obra se realizó seguramente en los primeros años del siglo XX, años después del fallecimiento del general, por lo que Nieto tuvo que usar como modelo una fotografía del personaje. El cuadro se exhibe, junto con varias pertenencias más de Vara de Rey en el área correspondiente a los héroes españoles en Cuba. Pero ¿quién fue Joaquín Vara de Rey y que hizo para merecer destacar entre el elenco de héroes españoles en la isla?

Joaquín nació en Ibiza en 1840 y en 1862 ya era teniente. Combatió las rebeliones cantonales y luchó en la Tercera Guerra Carlista. Siendo teniente coronel, solicitó su traslado a Filipinas donde mandó el Regimiento de España. Fue gobernador político militar de las Islas Marianas y seguidamente de Zamboanga, en Mindanao. En 1891 fue ascendido a coronel y regresó a España donde se le asignó la comandancia de Ávila.

Iniciada la guerra cubana, en 1895, se presentó voluntario para servir en Cuba. Allí mandó el regimiento que luchó en la batalla de Loma de Gato, donde murió el cabecilla rebelde José Maceo, hermano de Antonio Maceo. Debido a su brillante actuación fue promovido a brigadier general. Pero el hecho por el que pasará a la historia es por la defensa de El Caney frente a las tropas norteamericanas que en 1898 habían desembarcado en el sur de la isla y amenazaban Santiago.

El Caney era un humilde poblado cuyas defensas consistían en cuatro blocaos de madera y un fortín llamado El Viso. El 1 de julio de 1898, las fuerzas del V Cuerpo de Ejército norteamericano atacaron simultáneamente las Lomas de San Juan y El Caney. Más de 6.000 soldados de la División Lawton atacaron El Caney, con ametralladoras y artillería, contando la guarnición al mando de Vara de Rey con 550 hombres con fusiles Máuser modelo 1893. El combate se prolongó desde las primeras luces del día hasta las cinco de la tarde. Vara de Rey fue herido varias veces, pero continuó dando órdenes y arengando a sus hombres hasta que otra más le obligó a entregar el mando. Cuando era retirado el general cargado por dos camilleros, junto con otros heridos, fueron atacados por tropas rebeldes, resultando muertos los camilleros y el heroico general español.

Tras la guerra sus restos fueron trasladados a España y hoy reposan junto con los demás héroes de Cuba y Filipinas en el mausoleo que para honrar su memoria se levantó en el cementerio de la Almudena de Madrid.