Iván Losilla: «Este año todo el mundo asiste a todo»

J.Monroy
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La música vive un verano 'normal' con mucho público. Tras el pasado estío 'electoral' en el que los ayuntamientos movieron mucho dinero, este destaca por un público que ha perdido el miedo a las aglomeraciones y disfruta de los conciertos

Concierto de las fiestas de Covachuelas.

«Este año a todo asiste todo el mundo», apunta el promotor musical toledano Iván Losilla, de Losilla Eventos. Incluso, coincide con su compañero de profesión Álvaro de la Cruz, en que se están llenando las salas de música, algo que no ocurrió el año anterior. Perece que la música está olvidando la pandemia. Aunque el batería José Roldán precisa: «el público tiene muchas ganas, pero sobre todo de ver grandes grupos; para los pequeños es más complicado».

El pasado verano fue el de la vuelta de la música en directo. Después de dos años lastrados por la pandemia, festivales, verbenas y grupos se recuperaron gracias a las ganas del público y del mucho dinero acumulado por los ayuntamientos, en  el último estío, que además, tuvo ya un marcado carácter preelectoral. El resultado fue espectacular para muchos. Este verano, sin tanto dinero municipal, el mundo de la música ha vuelto a la normalidad, aunque con más público de lo habitual.

Cierto es que ya no hay esos grandes macroeventos organizados por los ayuntamientos, ya que no tienen los remanentes de hace un año. Solo las fiestas del Polígono pudieron 'aprovecharse' del año electoral en la ciudad, por ejemplo. Pero también que el público se ha olvidado por completo de la pandemia y busca con más ganas que nunca sus grupos. Incluso están volviendo a llenarse las salas. «Este año estamos a tope», apunta Losilla, «en cuanto a público, ya se ha normalizado, y vamos incluso mejor este año que el pasado, en el que quedaba todavía algún resquicio. Ahora mismo se nos ha olvidado que existe la pandemia».

La prueba de ello en Castilla-La Mancha ha sido el gran éxito del Viñarock, que ha estado de récord, con más de 240.000 personas. Losilla, además de organizar eventos en Toledo como el 'Woman Fest' o el Músicas del Mundo, aporta a otros grandes festivales grandes artistas como Juan Magán, Rozalén, Sóber, Ana Torroja, Chambao, Poncho K o SFDK. Él notó ya la completa normalización en Toledo con el concierto de Juan Magán, que juntó a más de 12.000 personas. Pero a partir de ahí, está notando que «este año a todo asiste todo el mundo». Incluso, apunta, el en homenaje que organizó para el Consistorio este Corpus sin tantos nombres a Rafaela Carrá «no cabía un alfiler en la plaza del Ayuntamiento, había más de cinco mil personas, siendo un público mayor». Es decir, «ahora mismo hoy es un todo lleno». Incluso ahora el público va a salas y compra sus entradas con normalidad, cuando el pasado año había todavía ciertas reticencias.

Más música ochentera. Así también lo destaca el promotor Álvaro de la Cruz, de Pumuky Music, quien ha notado que «los grupos ochenteros vuelven a funcionar, van a cualquier sala y la llenan». Una de sus facetas es, en colaboración con Promociones Diagonal, la de promotor de grupos 'ochenteros', como Danza Invisible, La Guardia, Burning, La Frontera, Rubén Pozo y Atraco. Y ha notado un repunte en el interés del público por este tipo de música, mayor incluso que antes de la pandemia. La Guardia, por ejemplo, actúa casi a diario «y la gente de cierta edad también agradecemos poder ver a grupos de ese estilo, ya con los hijos crecidos, podemos volver a disfrutar de ellos otra vez».  En este sentido, además de los conciertos contratados por los ayuntamientos, que siempre se llenan, estos conjuntos están volviendo a las salas de conciertos «y las hemos ido llenando, la gente está respondiendo muy bien».

Más allá, Pumuky Music ha llevado la música a las fiestas de barrios toledanos como Las Covachuelas (con dos días de conciertos), Santa Bárbara (el Festival Alcántara Fest, con dos días), San Antón y Azucaica, y está preparando para octubre la segunda temporada de su festival Pumuky Fest. «Y la verdad, se nos ha dado muy bien en todos estos barrios y la gente ha respondido muy bien, se les veía con muchas ganas», apunta De la Cruz.

Su idea en estos eventos ha sido ir metiendo grupos jóvenes toledanos, a los que dar una oportunidad, «nos movemos para dar oportunidades a grupos que están empezando, que lo tienen muy difícil», y la respuesta del público no podía ser mejor. Entre estos grupos toledanos, De la Cruz estará en las fiestas toledanas con las Nancys Rubias. Ha estado girando por toda España y ahora incluso partirá hacia México.

Complicado para los pequeños. Porque detrás de estas buenas cifras de público, en realidad sigue habiendo problemas para los pequeños. José Roldán conoce todos los extremos. Es batería de los grupos toledanos Nocturnia, Padre Cuervo y Kabalah, así como del histórico Easy Ryder de Madrid. Puede llenar salas y tener que conducir nueve horas hasta Barcelona para tocar una.  Y este año ha notado que hay menos conciertos para los grupos pequeños, «el público está dispuesto a ver a grandes grupos internacionales y gastarse más dinero, antes de ir a ver a grupos que no hayan dado el salto a la fama».

Para Roldán, este verano está siendo más flojo que el pasado porque ve pocos festivales heavy, y están pensados para grupos «con un hueco en el panorama». Detrás hay muchos grupos y poco espacio. Lo mismo ocurre con las salas. Es cierto que el público ha perdido el miedo, pero «se llenan las salas donde va gente importante». Sí está habiendo este año conciertos masivos en grandes estadios, «la gente no tiene miedo a gastarse 150 euros si viene un gran artista internacional, pero le duele los 15 euros para el nacional y no van».

Lo curioso ahora, concluye Roldán es que hay municipios que no tenían cerradas las fiestas o si lo habían hecho, han cambiado de signo político y está habiendo cancelaciones. Así que se están produciendo ahora más contrataciones.