«Guste o no guste, hoy en el Levante se está regando con desaladoras». Así valoró ayer el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, el anuncio de que las 80 comunidades adscritas al Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats) están dispuestas a firmar los convenios de agua desalada con la sociedad estatal Acuamed (Aguas de las Cuencas Mediterráneas).

El cambio de actitud, además de por la actual situación del trasvase, viene motivado por las facilidades de pago y ventajas sobre los costes fijos que van a tener los regantes con las desaladoras, un acuerdo que desde la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha se aplaude porque supone, en palabras de Martínez Arroyo, «un cambio de modelo».

De esta forma, el consejero de Agua reivindicó además la labor realizada en su día por el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que construyó desaladoras en el Levante «para que España siga creciendo».

El Sindicato de Regantes del Trasvase (Scrats) se reunió el pasado martes en la Cámara de Comercio de Murcia para analizar el borrador del contrato propuesto por Acuamed. En principio, el documento satisface a los regantes, que tienen previsto rubricar el acuerdo, tal y como han confirmado en la prensa murciana, la última semana de julio, después de las elecciones generales.

Dicho acuerdo, en líneas generales, permitirá que se aplique el plan de desalación planteado el pasado mes de enero por la ministra Teresa Ribera para tratar de compensar la limitación al trasvase ampliando la capacidad de desalar agua y mejorando la conexión entre las distintas depuradoras.

Además, ya no tendrán que pagar el agua por adelantado y los regantes verán rebajado el coste fijo de la misma respecto a las primeras propuestas planteadas.