El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, fue reelegido ayer como consejero ejecutivo de la compañía por un plazo de cuatro años con el respaldo del 84,63% de los votos, un porcentaje cuatro puntos superior al de su primera elección en 2017. Además, los accionistas aprobaron el resto de puntos del orden del día, que incluían la reelección de los consejeros Carmen García de Andrés (presidenta de la Fundación Tomillo), Francisco José Riberas (presidente de Gestamp) e Ignacio Moreno Martínez (presidente de Metrovacesa).
Junto a los nombramientos, también se dio luz verde a una nueva reglamentación de las juntas para facilitar la celebración telemática, un plan de incentivos a directivos, dotado con hasta 200 millones de euros, el dividendo para 2021, la reelección de PwC como auditor y los informes de gestión correspondientes al ejercicio anterior.
Pese a la opinión de algún proxy advisor que cuestionaba que el directivo madrileño ostentase la presidencia de la multinacional manteniendo funciones ejecutivas, los accionistas votaron en masa a favor de la reelección de Álvarez-Pallete. De este modo continuará al frente de la implementación de la estrategia encaminada a crear la Nueva Telefónica, con mayor foco en sus mercados principales y los negocios digitales, que crecen a doble dígito, una etapa que afrontará con una nueva imagen corporativa y un logo que hace un guiño al pasado a la vez que mira hacia el futuro.
Objetivo: reducir la deuda
En este nuevo período, la compañía pondrá el foco en aprovechar e impulsar la digitalización del país, extender las redes de fibra y los despliegues de 5G, y continuar reduciendo la deuda, que, una vez que se materialicen operaciones en marcha como la venta de parte de la fibra óptica de Chile, las torres de Telxius o la formación de la filial del Reino Unido, será la mitad que en 2016. Según se expuso en el acto con los accionistas, Telefónica ha cerrado 2020 con una generación de caja cercana a los 5.000 millones de euros, que se eleva hasta los 25.000 en los últimos cinco años. También a lo largo del último lustro, la compañía ha reducido deuda por importe de 17.000 millones de euros, y el objetivo de Álvarez-Pallete es que el volumen de este indicador se sitúe próximamente en un total de 26.000 millones de euros, menos de la mitad que hace cinco años.
Además, y a pesar del impacto de la crisis del coronavirus, la firma de telecomunicaciones ha alcanzado un beneficio neto de cerca de 1.600 millones de euros en 2020, un 40% más que en el ejercicio precedente. «Telefónica no es inmune, pero sí resistente. Sufrimos, sí, pero reaccionamos», remarcó el presidente de la firma, que hizo un llamamiento, además, para que España «lidere la Cuarta Revolución Industrial».