El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra, apartado del poder por un golpe de Estado militar en 2006, fue encarcelado este martes pocas horas después de regresar a su país tras 15 años en el exilio, informó el Departamento de Prisiones.
Thaksin, un exmagnate de la comunicación de 74 años que abandonó el país por última vez en 2008, ingresó en una prisión en el norte de Bangkok tras una orden del Tribunal Supremo para que el exmandatario empiece a cumplir una pena de 8 años de cárcel por tres condenas diferentes.
El Departamento de Prisiones indicó que el ex primer ministro pasará 10 días de aislamiento en la cárcel por el protocolo de la Covid-19 y por varios problemas de salud.
"Thaksin ha pasado ya el examen médico y se encuentra en la Prisión Bangkok Remand bajo supervisión de funcionarios", indicó en una conferencia de prensa el director general del departamento, Ayuth Sintoppant.
El ex primer ministro (2001-2006) regresó el mismo día en el que el Parlamento bicameral vota la candidatura a primer ministro de Srettha Thaivisin, propuesto por el partido Pheu Thai, controlado por la familia Shinawatra y aliado con los partidos promilitares.
Thaksin, un popular político que se ganó el favor de gran parte de las zonas rurales por sus políticas sociales, fue condenado en rebeldía por diversos casos de corrupción y abuso de poder que él achaca a motivos políticos por parte de la élite monárquica y promilitar.
Los casos incluyen la compra de unos terrenos por debajo de su valor real, irregularidades relacionadas con la lotería, un acuerdo de exportación y exportación con Birmania y el uso fraudulento de testaferros en su antigua compañía, Shin Corp.
A su llegada hoy en un avión privado al aeropuerto de Don Mueang, el exmandatario fue recibido por cientos de personas que se concentraron frente a la terminal de vuelos privados entre fuertes medidas de seguridad entorno al recinto.
Thaksin, acompañado por sus tres hijos, salió brevemente a saludar a sus seguidores y depositar una ofrenda floral frente al retrato del rey Vajiralongkorn, mientras permanecía en todo momento escoltado por varios policías y funcionarios.
El regreso del político coincide con el bloqueo político que vive el país tras las elecciones del 14 de mayo y con la sesión programada esta tarde en el Parlamento para elegir al próximo primer ministro.
Para tratar de alcanzar el poder, el Pheu Thai, que quedó segundo en los comicios, anunció la víspera la alianza con dos formaciones vinculadas a los militares que dieron un golpe de Estado en 2014 contra el Gobierno de Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin.
Yingluck, ganadora de los comicios de 2011, se encuentra en el exilio y acompañó a su hermano hasta Singapur, donde se despidió de él.
Desde la sublevación que derribó a Thaksin, Tailandia atraviesa una profunda inestabilidad política que la mantiene en un bucle donde se suceden protestas antigubernamentales, periodos dictatoriales encabezados por el Ejército y lapsos democráticos.
El regreso del exmandatario supone una alianza inusual entre la familia Shinawatra y el Pheu Thai con la élite monárquica y promilitar.