José María Fresenda lleva 34 años defendiendo los intereses de agricultores y ganaderos, y no esconde que están en uno de los peores momentos del sector. Además, mira con desconfianza la nueva legislatura de Sánchez, al que acusa de dividir la sociedad en su beneficio.
Llegan las primeras nieblas y ya se ven los tractores camino del campo, ¿cómo se presenta la campaña de aceituna?
Sinónimo de otoño, sinónimo de aceituna. La campaña empieza con buenas expectativas. El margen de subida o bajada del precio de la aceituna y del aceite no creo que sea lo suficientemente significativo para que nadie se pueda quejar mucho. Las circunstancias son las que son. Solamente hay algo que nos tienen preocupados: la incertidumbre de cómo funciona el mercado. Estamos instalados en la incertidumbre, pero siempre y cuando tengamos un mercado organizado, como es el tema del aceite, no creo que vaya a haber fluctuaciones escandalosas como está pasando con otros sectores. Pero nos preocupa que la fluctuación se haga sin avisar y que la gente no esté lo suficientemente preparada.
Y otro tema que nos preocupa es que hay mucha gente que roba aceituna y aceite. Hemos tenido una reunión con el delegado del gobierno, pero nos pidió que no hiciéramos público el contenido porque estaban detrás de ese tipo de bandas. Estamos en coordinación, y cuando vemos algo raro avisamos a los cuerpos de seguridad del Estado.
No espero nada del nuevo Gobierno. Bueno, dolor y sufrimiento» - Foto: Javier PozoAlgunas almazaras han contratado seguridad privada por ese tipo de robos.
Normal. Hay una impunidad muy grande. Algo masivo. La gente amiga de lo ajeno ha crecido muchísimo en el sector agrario. No solo con la aceituna, en todo el campo: riegos, aperos, tractores… Todo.
Ha propuesto un observatorio de costes de producción porque considera que el observatorio de precios de Castilla-La Mancha no funciona.
Funcionó para hacer un acto de presentación, y nunca más se ha pronunciado la administración. Ninguna semana más, ningún mes más, contando lo que había. Nosotros ya propusimos un observatorio, en aquel momento por escrito y documentado, un observatorio importante en Castilla-La Mancha. Y nada, como tantas cosas que propusimos en su momento fueron a la papelera. Pero ahora hemos elaborado un observatorio de costes. Entendemos que ayuda más. No para apelar a la conciencia de quien compra lo que producimos, pero sí para orientar a un agricultor de su coste de producción. Le valdrá a la hora de negociar los precios de sus productos, aunque otros estarán sometidos a la tiranía de quien compra, que le dice o esto o nada; sobre todo en los productos perecederos. Pero nosotros sí nos haremos eco y denunciaremos públicamente este tipo de comportamientos, y los llevaremos a la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) y también a la Consejería de Agricultura, y a Consumo, para que identifiquen estos tráficos. Lo único que estamos planteando es que necesitamos, nos gustaría, que el Consejero de Agricultura haga suyo eso y colabore con nosotros. No necesitamos mucho. Necesitamos dos personas que hagan un seguimiento permanentemente y vaya actualizándose ese eco con los responsables de la universidad, que junto con nosotros han hecho el trabajo.
¿Cómo ve la evolución de los mercados? No solo aquí en España, sino ahora que se habla tanto internacionalmente por los conflictos armados.
No es una situación que se dé desde la guerra de Ucrania, es desde la pandemia. Antes del Covid, China acopiaba todas las materias primas que podía. Lo están volviendo a hacer. Está en la misma dinámica, está haciendo lo mismo. Y puede volver a pasar que se generen fluctuaciones de subidas de cereal, de subidas de materias primas… ¿Cuándo? No lo sé, porque aquí ya se han aprendido la lección y todos los operadores comerciales están en toda la baja. Pero no quepa la menor duda de que la cesta de la compra va a subir.
¿Y no hemos aprendido nada entonces?
No. En España nada. En Francia, Italia, Alemania, Países Bajos siempre han tenido un modelo de agricultura de ponerse al lado del primer eslabón de la cadena, de quien transforma, de unirlos, de que funcione… Y aquí nos quejamos. Lamentablemente, incluso los propios gobiernos se quejan. Pero no se dan cuenta que en otros países no se quejan tanto. En otros países lo que preocupa fundamentalmente es, sencillamente, la fluctuación del mercado internacional y los retos que tienen planteados siempre: una guerra, una pandemia, otra guerra... y la mano de obra, el agua... eso es lo que les preocupa a los que están debidamente ordenados. Y cuando viene un crack importante, ellos tardan dos segundos en resolverlo. Y aquí se convierte en un drama.
Convidados de piedra.
Sí. A nosotros nos intentan controlar el modelo productivo, pero cuando hay una situación dramática en los mercados, que hunde las explotaciones agrarias, no veo que reaccionen para apoyar. No ya para dar dinero, sino para apoyar. Para tener una cadena alimentaria como es debido. Para que se garantice la renta de los alimentos.
Hace unos días protestaban varias plataformas del campo en Toledo asegurando que estamos en grave riesgo de perder la soberanía alimentaria en este país. ¿Comparte esa opinión?
No solo la comparto, sino que ese anuncio lo hicimos nosotros cuando empezó la pandemia. Nosotros dijimos que está en riesgo la soberanía alimentaria, está en riesgo el abastecimiento y está en riesgo el modelo alimentario. Lo dijimos hace mucho tiempo. Lo planteamos en Bruselas, lo hemos planteado en el Ministerio, y aquí lo hemos planteado y denunciado muchas veces. No es nuevo. Y no es una frase hecha. Insisto, que se estén volviendo a acopiar materias primas en China es un aviso para navegantes muy grande.
Y dentro de ese panorama está la ganadería, que está especialmente herida de muerte.
Está en la UVI en este momento, y por eso nosotros trabajamos muy duro a raíz de todo lo que está pasando con la viruela ovina, ahora con la hemorrágica, y con el tema de los mercados y los costes de producción y todo lo que ha conllevado esto y las restricciones que solo se han de poner en la consejería; pero no dan soluciones. Nosotros les presentaremos el lunes (por hoy) también un plan estratégico de ganadería que abarque la realidad del porcino, del ovino, del vacuno, de los pollos... de todo. Soluciones para el intensivo, soluciones para el extensivo, protegernos de los ataques de los fundamentalistas que no entienden que de verdad la leche sale de la vaca, que no sale de tetrabric... de todo eso mucho vamos a hacer, y esperemos que tenga coraje la Administración regional para apoyarnos. Es muy completo, no es un anuncio, es un trabajo muy bien hecho que haremos público también una vez que lo conozca el señor presidente y el consejero.
Vivimos en una sociedad demasiado urbanita.
Hay mucha maldad por parte de quien protege o quiere generar una noticia; y no me refiero a los medios de comunicación. ¿Qué decían todos los políticos ante la pandemia de los agricultores? Que éramos todo. Éramos lo mejor del mundo. Desinfectábamos calles, seguíamos produciendo, seguíamos llenando los lineales de los supermercados de producción... y coño, ¿ahora qué ha pasado? Ya somos de nuevo los que generamos los problemas en la capa de ozono y todas esas problemáticas que nos atribuyen. Pero, te voy a dar un dato que no lo tiene nadie. ¿Tú sabes realmente lo que aporta la agricultura al caos que hay en la Manga del Mar Menor? Un 2%. Y todos los ataques van a parar a los agricultores y los ganaderos. Pero solamente es un 2%. Lo dice un estudio que han hecho y que se conocerá en breve.
Es que no hay nada más sostenible ni más ecológico al fin y al cabo que la agricultura.
Parece una redundancia decirlo, pero es así. Cuando nos acusan de que ponemos herbicidas y pesticidas es como a una persona que tiene una gripe muy fuerte y se le da un paracetamol.
¿Y con la sequía? ¿Qué hacemos?
Yo no me puedo olvidar de cuando a los agricultores se les dijo en el mes de abril y mayo, o antes, por parte de la anterior Administración regional, que iban a tener cien euros por hectárea. Y era literalmente mentira. No renunciamos a conseguir las ayudas. Ese es un tema importante que llevamos a la Consejería de Agricultura y no renunciamos.
Pero si con la sequía que hay no se cumple con los compromisos y el Gobierno de la nación, con el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico, no restaña el dolor que ha generado quitando agua en los planes hidrológicos de cuenca, lo van a tener mucho más complicado con el reto demográfico. Eso lo hicieron para que la gente volviera a los pueblos y cada vez se va más gente. Los objetivos del Ministerio de la Teresa Ribera no se cumplen. Cada vez hay menos gente.
¿Y cómo valora que la Junta anuncie 25.000 hectáreas más de regadío en Castilla-La Mancha?
Siempre hay un plan regional de regadíos. Si te vas a la hemeroteca siempre es lo mismo. El problema grave de los regadíos es que nos han quitado agua. Hemos hecho un recurso de tres cuencas hidrológicas muy importantes y lo único que queremos es que se restañe el agua que nos quitan y que la Consejería de Desarrollo Sostenible se ponga al lado del modelo productivo para conseguir que haya más agua en nuestra región. Nada más, no queremos nada más.
La Consejería no va a hacer el agujero para sacar el agua del pozo, no; pero le pedimos que resuelva el problema de los expedientes que hay en las confederaciones sin resolver. Vivimos instalados en una inseguridad jurídica que da vergüenza y que no tengamos unas expectativas de futuro, porque estamos en manos de un Gobierno Nacional que trabaja sobre la base de la ocurrencia, pues me parece muy fuerte. Pero ahí estamos.
Tras el cambio de equipo de Gobierno que hizo Page este verano pidió una Consejería de Agricultura «con una capacidad de gestión potente».
Es lo único que nos hace falta. Porque la Consejería de Agricultura no está para hacer discursos, anuncios y políticas. Está para gestionar fundamentalmente los fondos comunitarios, para que no haya retraso en los pagos, para que los trámites de audiencia se resuelvan rápido, para que los incendios se resuelvan también rápido, para que podamos empezar a hacer la política agraria comunitaria cuando toca en plazo, para que se tenga en cuenta a las entidades agrarias de gestión como somos nosotros, para gestionar bien las cosas de los agricultores... Y después de todo eso, no queda espacio para hacer política. Eso de hacer política es cosa del presidente. La Consejería de Agricultura está para gestionar bien. Ha habido cambios, pero queremos más. No me refiero a las personas, me refiero al nivel, al compromiso de verdad de no joder al agricultor, de no perseguir al que se ha equivocado, sino de ayudarle para que las cosas le vayan mejor en la gestión.
¿Cómo valora la gestión que realizó el exconsejero Francisco Martínez Arroyo? Hay gente que lo califica como el mejor consejero de Agricultura que ha habido en Castilla-La Mancha.
Para mí no es el mejor consejero de Agricultura, bajo ningún concepto. Es un tío con un gran nivel, pero con una filosofía que no tenía nada que ver con el gobierno de esta región. Estaba a otras cosas. No voy a poner el dedo en la llaga, bajo ningún concepto, pero a mí personalmente la deriva en la que entró creo que no era lo mejor que le podía pasar al campo. Entró en una dinámica de apoyo a cosas que no tenían una rentabilidad, que no tenían una continuidad para que una explotación agraria tuviera seguridad y garantías.
¿Y con el nuevo consejero, qué tal?
Es muy dialogante. Es un profesional y sabe de qué va la agricultura. Lo vive en sus propias carnes. Tiene nuestra lealtad. Sabe valorar que nosotros, Asaja, no somos una tercera parte del espectro representativo. Se trata de hacer un camino juntos. Esperemos que no se tuerza y que no le dé por ver en la Consejería de Agricultura una oportunidad personal para él.
¿Qué le parece todo el tema de la PAC que se ha movido desde Andalucía diciendo que Castilla-La Macha es la gran vencedora del reparto de fondos? Dicen que es un agravio y que se produce porque aquí gobierna el PSOE.
Me gustaría que se respetara un poco más a los agricultores y ganaderos. Me gustaría muchísimo que no esté en boca de la clase política nada de todo esto. Eso no es verdad, no es cierto. En España había en 2015 un total de 53 regiones agrícolas. A partir del 2015 quedaron 18 regiones agrícolas más las islas. Nosotros estábamos siempre demandando que hubiera una convergencia. En Francia hay una o dos. En Italia igual. Aquí hay 18. Entendieron la agricultura y las ayudas como una forma más de conseguir cosas para venderlas políticamente. Pero la realidad es que eso que dice Andalucía es mentira.
En Andalucía la situación de partida son cultivos extensivos y olivar con un importe de derechos de pago básico muy elevado en comparación con otras regiones de España. El 'greening' (pago verde) también es elevado debido a que se calculaba como una porcentaje del pago básico. Si el pago básico es elevado, el 'greening también'. ¿Por qué Andalucía pierde mucho importe o cheque de PAC en el 2023? Por dos motivos fundamentales. Uno, al reducirse el número de regiones productivas de la PAC ahora Andalucía comparte región con otras zonas de España cuyos importe de derechos de pago básico es muy inferior al andaluz por el efecto de la convergencia. Con el efecto de la convergencia se traspasa dinero desde los derechos de mayor importe a los derechos de menor importe dentro de la misma región productiva. Y dos, el importe por hectárea de los ecorregímenes es muy inferior al importe del 'greening'. El montante económico que ha perdido Andalucía se ha distribuido entre las regiones y cultivos del resto de España que tenía menor importe de derechos de pago básico, no solo en Castilla-La Mancha. Fue decisión de la comisión y del mapa. ¿De qué nos hemos beneficiado nosotros de lo que pierde Andalucía? No llega al 20%, pero nosotros tenemos aquí explotaciones identificadas igual que perciben lo mismo en Castilla-La Mancha, en Extremadura, en Castilla y León, en Aragón, e incluso en Andalucía. Esto no va de a ver quién mea más largo, si Juanma Moreno o Page; no va de eso, porque no va de comunidades autónomas, ni va de gestión política. Nosotros tenemos una rémora muy grande porque nosotros en Castilla-La Mancha siempre quisimos que hubiera una sola región agrícola, como en Francia, o que se separara la ganadería como mucho.
¿Entonces en Andalucía están intentando sacar un rédito político?
A mí me da ya mucha pereza. Se sigue mintiendo sobre la base de algo que está negociado en Bruselas. Les sugiero a los andaluces que se pongan a trabajar con nosotros para conseguir que el girasol vuelva a tener una ayuda proteica. Porque allí hay mucho girasol y aquí también, y nos lo ha quitado el comisario este polaco, que nunca me aprendo el nombre (Janusz Wojciechowski), porque no tiene voluntad política de nada y prefiere darle la proteína a un cultivo como la soja, que aquí no se produce. Sin embargo, el cultivo de girasol se produce mucho. Lo que quiero decir es, tonterías las justas. Esa afirmación que hacen es literalmente mentira. Esto no va de Juanma Moreno ni de Page.
Al final parece que la política lo empaña todo. ¿Qué le piden al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez?
Lo empaña porque les dejamos. Yo te digo lo que pienso, y como yo piensan muchos ciudadanos. Yo no espero nada del nuevo gobierno. Bueno, dolor y sufrimiento, porque me preocupa mucho el palo que se le va a meter al Estado del bienestar. Para atender todos los compromisos que ha fijado el candidato va a haber que seguir pidiendo prestado. Yo no quiero ser catastrofista, pero todos sabemos lo que pasó en Grecia. Y todo esto ha sido por dos motivos: por mantenerse él al frente y porque el otro (Puigdemont) no vaya a la cárcel.
Es peligroso romper el principio de igualdad entre los españoles.
El principio de igualdad se pierde radicalmente, pero es que además a la sociedad han conseguido dividirla descaradamente. Ahora o eres de Sánchez o eres de la ultraderecha. Y creo que más ultraderecha que es el partido de Puigdemont o el PNV... Pero bueno, lo que sí quiero decir es que la agricultura y la ganadería salen muy tocados de esto. No se puede frivolizar, estamos ante una situación que yo creo que es muy crítica.
¿Y hacia dónde vamos?
A una situación mucho peor de país. Donde a los ciudadanos, a los agricultores y ganaderos, lógicamente les va a ir mucho peor. No pueden irle mejor las cosas. No entiendo que haya líderes que se consideren como tal y que sacrifiquen cualquier situación con tal de tener un beneficio personal. Eso no es un líder. Y no es verdad que con esto se mejora la convivencia. Hay un problema de crisis política profunda en nuestro país. Aquí se han perdido los valores. Aquí se han perdido muchas situaciones que eran buenas para la gente, donde había un debate de igual a igual. Donde no nos teníamos que humillar ante el gran líder.
¿Hay esperanza?
La única esperanza nos la puede dar el conjunto de la sociedad. Y, lógicamente, las movilizaciones siempre deben ser pacíficas.
Y desde el campo, ¿qué se puede hacer?
Lo que le pido al campo que esté preparado para estar en una permanente movilización. Para que los españoles seamos todos iguales. Pero también le pido a los partidos políticos, a los que están a favor y en contra, que el debate sea transparente, puro y limpio.