Se trata de uno de esos proyectos que llevan tantos años esperándose que se cotizan como un anhelo. Todavía no es una realidad, pero parece que empieza a ser camino de ello. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha informado en las últimas horas de que ha aprobado el estudio informativo para construir el tramo restante de la autovía A-40 entre Toledo y Ocaña. Una actuación que incluye, a su paso por Toledo capital, levantar un viaducto que permitirá unir los barrios de Azucaica y el Polígono.

La inversión total de la intervención tiene un coste de 204 millones de euros. En lo que respecta a la construcción que afecta a la ciudad toledana, este paso del Ministerio confirma la alternativa seleccionada para el puente que unirá los dos barrios, después de que en los últimos años se contemplaran varias opciones. La elegida y denominada en el estudio informativo como 'Alternativa 1 con conexión' consistirá en una pasarela proyectada sobre el río Tajo entre Azucaica y Santa María de Benquerencia de unos 390 metros de longitud. 310 metros de Zona de Flujo Preferente y 80 para vano de compensación.

El origen del puente procederá de la autovía de peaje de Toledo y Madrid, la AP-41, y desembocará en la calle Ventalomar del Polígono Industrial. Para ser más exactos, el estudio informativo recoge que el viaducto nacerá de la TO-22, el tramo libre de peaje de la autopista mencionada, justo antes de llegar a Azucaica por esta vía en dirección Toledo y, en concreto, al vivero que se ubica a las afueras del barrio.

Desde esa altura, se pretende crear una salida de la vía mediante un paso inferior que enlazará con la paralela carretera de Mocejón, la CM-4001, con la que conectará a través de una nueva rotonda. Esta actuación permitirá levantar el viaducto que sorteará el río Tajo para llegar finalmente al Polígono por la calle Ventalomar, justo entre las naves de 'Logifashion' y 'Schweppes'.

El enlace con esta vía del Polígono Industrial permitirá que los vehículos puedan acceder a la zona residencial de Santa María de Benquerencia por la TO-23, es decir, por la última rotonda del barrio que da acceso al antiguo barrio avanzando y que llegaría, incluso, hasta Vía Tarpeya.

Aunque se trate de una actuación aparentemente costosa, era la opción más viable económicamente de las que barajaba inicialmente el estudio informativo. El puente llegaría, en principio, para conectar los dos barrios toledanos y ofrecer una alternativa al tráfico a la TO-23, es decir, a la movilidad entre el Polígono y el resto de barrios de la ciudad.

La aprobación de este estudio responde a uno de los proyectos que el Ministerio de Transportes tiene pendiente para la ciudad, como el carril bici paralelo a la misma TO-23 ya en licitación, o el famoso tercer carril que se encuentra pendiente de iniciar ese mismo procedimiento.