Dos años sin Lorenzo y sin respuestas

Galán
-

Dos años después del asesinato de su hijo Lorenzo en el Parque Lineal, Constantine Cazacu exige una mayor implicación policial y judicial en una causa que lleva varios meses archivada

Constantine Cazacu asistirá hoy a una nueva concentración en el Polígono para rememorar la memoria de su hijo Lorenzo.

El 31 de octubre de 2021 la ciudad de Toledo despertó con el asesinato de Lorenzo Pompiliu en el Parque Lineal, en el Polígono. Dos años después de un crimen de semejantes características aún no se conoce un posible culpab le de los hechos. Y lo que es aún más significativo, la investigación de la causa se encuentra archivada temporalmente pese a los recursos interpuestos por la defensa de la familia del asesinado para reabrir diligencias.

Una situación que deja «fuera de cobertura» o «sin palabras» a Constantine Cazacu, padre de la víctima. Para él, la investigación requiere de una mayor implicación, tanto policial como judicial, porque a su juicio «faltan muchas preguntas por resolver». En este sentido, el padre de Lorenzo ha compartido con La Tribuna una serie de demandas que hasta ahora no han obtenido respuestas.

Aunque superan la decena de interrogantes, algunas solicitan desde una nueva «investigación en el lugar del crimen» hasta la creación de un «retrato robot» del agresor, que como se ha venido informando previamente portaba una máscara en el momento de los hechos. Sobre la misma hay que recalcar que dependiendo de las declaraciones de unos u otros testigos se dice que imitaba a una calavera o al personaje cinéfilo de 'Viernes 13', variando también el color de blanco al rojo según el testimonio.

Constantine Cazacu también pone sobre la mesa otros interrogantes que preguntan sobre la existencia de «un certificado médico legal» que pueda determinar si Lorenzo presentaba «otras lesiones en el cuerpo», más allá del salvaje corte en su cuello; así como una búsqueda de detalles que puedan concluir «el grupo sanguíneo» del buscado asesino.

La familia de Lorenzo Pompiliu reclama también que se retomen «las declaraciones a los posibles sospechosos» -«más allá de la mera investigación policial»-, como ya pidió  su  abogado en el recurso de reforma al sobreseimiento provisional de la causa. Asimismo, Constantine plantea que deben analizarse «huellas digitales, sudor y respiración encima del billete de 10 euros -que fue fruto de interacción entre víctima y agresor- y sobre la ropa tanto de Lorenzo como de su acompañante en el momento de los hechos, Álvaro, que podrían determinar la genética del asesino». Un billete de 10 euros que, tal y como informó La Tribuna en enero de 2022, fue recogido por la Policía Judicial en el  lugar del crimen «para preservarlo de la lluvia y evitar cualquier contaminación», procediendo a su custodia hasta la llegada de los agentes de la Científica.

Por otro lado, no es la única de las preguntas planteadas por Constantine Cazacu que afecten al principal testigo del crimen de Halloween, ya que también solicita que se aclare «si en la declaración verbal del jefe judicial de Toledo se menciona la herida del testigo, Álvaro». Además, con esta documentación el padre de Lorenzo pretende conocer si existe «confirmación de los médicos competentes presentes en la noche del crimen para saber si el corte del testigo en la oreja o cara fuera producido por un objeto cortante (machete)».

Una serie de interrogantes planteados por la familia del asesinado que reflejan su disconformidad sobre la falta de respuestas dos años después del crimen y sobre el archivo temporal de la causa. Por eso mismo insisten en la premisa que fundamentaba sus últimos recursos contra el sobreseimiento provisional y que fueron rechazados por el Juzgado de Instrucción Número 3 de Toledo, es decir, que se vuelvan a tomar declaraciones a testigos y sospechosos por vía judicial y no policial.

Para la tarde de este martes está prevista un nuevo homenaje para Lorenzo Pompiliu en las inmediaciones del lugar de los hechos, en su recuerdo  y pedir, de nuevo, tanto respuestas como toda colaboración posible que  pueda aportar nuevos detalles a la investigación.

La realidad actual es que la causa que persigue lo que ocurrió hace dos años en la noche de Halloween aún está abierta, pero acumula más dudas que respuestas entre los principales afectados, la familia de Lorenzo Pompiliu.