La Navidad dicen que es para los niños, pero actividades como estas atraen también a los adultos. Pese a posibles dudas sobre su celebración por el cambio de Gobierno en la ciudad, la proyección 'Toledo tiene estrella' seguirá formando parte de la programación cultural en estas fechas navideñas. Parece ser que vino para quedarse. El entorno elegido para proyectar estas imágenes coloridas y divulgativas será de nuevo la fachada de la Puerta Bisagra «por el lado que da a la rotonda de Calle Cardenal Tavera, con Calle Carrera y Paseo de Merchán», tal y como establece el propio pliego de la licitación.

Además, las proyecciones se prevén en las mismas fechas y horarios en las que se encuadraron el año pasado, los días 3 y 4 de enero, justo antes de la visita de los Reyes Magos, y en cuatro turnos diferentes para que todos los toledanos puedan disfrutar de la cita. Los horarios, por tanto, serán ambos días a las 19:00, 19:45, 20:30 y 21:15 horas con una duración de 12 minutos por proyección. Pese a que la franja horaria está fijada en el contrato, el pliego de condiciones técnicas establece que podría sufrir variaciones acordadas entre la adjudicataria y el Consistorio.

El importe con impuestos incluidos para hacerse con la adjudicación de dicho espectáculo alcanza los 50.000 euros y la empresa que opte a su ejecución deberá cumplir unos requisitos a mostrar dentro del contenido ilustrado sobre la Puerta Bisagra. Esto va más allá de incluir en la temática «motivos relacionados con animación infantil navideña, haciendo hincapié en el patrimonio cultural, artístico, literario, gastronómico y paisajístico de la ciudad», sino que según exige el Ayuntamiento de Toledo a los licitadores «también debe tener un evidente mensaje pedagógico, prestando especial atención al lenguaje inclusivo e igualdad entre géneros, a la educación en valores de tolerancia y respeto».

De hecho, esta premisa ya se ha observado en ediciones anteriores de 'Toledo tiene estrella'. Sin ir más lejos, en las proyecciones del año pasado el espectáculo centraba parte del discurso narrativo en la concienciación contra el cambio climático o la inclusión de una manera muy imaginativa como es la carta a los Reyes Magos, por la que los niños pedían a sus majestades de Oriente cosas tan esenciales para todos como la paz en el mundo, la igualdad entre nacionalidades y el cuidado por el medio ambiente.

En definitiva, esta programación demuestra que la Navidad ya está llegando a Toledo, que seguirá teniendo estrella.