Leiber López es una refugiada venezolana, vecina de Toledo desde hace año y medio. Aquí llegó sin nada, sin un lugar donde quedarse, sin conocer a nadie, como solicitante de protección internacional, lo que le facilitó que le acogiera Accem durante siete meses. Durante ese tiempo contó con la ayuda para lo más básico de entidades como Cruz Roja, MPDL, Médicos del Mundo o Caritas. Hasta que por fin consiguió el permiso de trabajo.

Ella tuvo la suerte, confiesa Leiber, de pedir el permiso de trabajo por Madrid, con lo que lo consiguió en tan solo seis meses, porque «hay personas que lo han sacado en Toledo y tienen que esperar casi dos años». Una de las pocas cosas de las que se puede quejar aquí es que «me parece impresionante que tarde tanto tiempo un proceso de estos, cuando se tienen todos los documentos y todo al día, dos año en un permiso de trabajo». A partir de ahora, ella se siente muy a gusto en la ciudad, y le gustaría poder dar clases en un colegio de Toledo, «en algún momento, en cinco o diez años, lo voy a conseguir», porque aquí se siente bien, «y considero ya a Toledo mi cuidad».

Concienciación. Leiber es solo una más de las refugiadas que esta mañana han participado en la Vega en el espacio de encuentro organizado por Cruz Roja, Accem, Movimiento por la Paz, Cáritas, Provivienda, Medido del Mundo e Ymca con motivo del Día Mundial de las Personas Refugiadas, que tuvo lugar el pasado día 20.

Encuentro en la vega de refugiados y su genteEsta acción de sensibilización tiene el objetivo de poner de manifiesto las diversas dificultades a las que se enfrenta día a día este colectivo. Las siete entidades dedicadas a trabajar en el ámbito de las migraciones, las personas refugiadas y la defensa de los derechos humanos, han decidido volver a acercar la realidad de las personas refugiadas a la sociedad toledana. Se trata de una fiesta dirigida a las personas refugiadas o solicitantes de asilo que han participado en actividades como la lectura del manifiesto o talleres infantiles, un punto de encuentro con cuentacuentos, música y talleres tradicionales españoles y de otros puntos del mundo. La idea es que fuera un día festivo, donde todos se encuentren y participen «porque a lo mejor llevan un año viviendo aquí dos personas de Afganistán y no se conocen».

Actualmente, apunta Carlos de la Puente, del Programa de Acogida e Integración  para Personas Solicitantes de Protección Internacional en Cruz Roja en Toledo, existen en la provincia 504 personas acogidas por los programas de cuatro entidades financiados por el Gobierno, además de las que no pueden acceder a estos programas. Hace años comenzaron a llegar a Toledo refugiados sirios, ha habido épocas de más africanos, más venezolanos y latinos, hasta que el pasado año comenzaron a llegar ucranianos y rusos. Este año llega gente de cualquier parte del mundo. También hay setenta técnicos en la capital que trabajan con ellos.

Necesidad de ayuda. Se calcula que más de 100 millones de personas en el mundo viven una situación de desplazamiento forzoso. Personas, que, debido a diferentes circunstancias vitales, se ven obligadas a abandonar sus países de origen y enfrentarse a múltiples dificultades que condicionan su trayectoria vital y les posicionan en una situación de vulnerabilidad. Para ello, las entidades participantes en este día destacan que resulta fundamental tomar conciencia y adquirir compromisos por parte de las diferentes administraciones públicas y privadas, así como por parte de la sociedad en general, al mismo tiempo que se facilita la acogida y se articulan los mecanismos de protección y seguridad correspondiente, que permitan dar una respuesta ajustada a las necesidades y problemáticas a las que se enfrentan estas personas, cuando deciden iniciar su proyecto migratorio. Es por eso, que la generación de espacios inclusivos es fundamental para el enriquecimiento, avance y crecimiento de cualquier país.

Encuentro en la vega de refugiados y su gente De la Puente destaca que «nos estamos dando cuenta que cada año empieza un país nuevo, esto es un no parar, no se sabe dentro de unos años quién puede llegar, tenemos el cambio climático, guerras en muchísimos países, nos tenemos que ir adaptando. Esperemos que no, pero nos puede pasar a nosotros». También destaca que los refugiados vienen en busca de ayuda y aportan mucho al país al que llegan.

En este contexto, y dando continuidad a la línea de trabajo en red que se viene desarrollando por parte de las entidades citadas anteriormente, se han generado espacios de comunicación, colaboración para llevar a cabo diferentes actividades que visibilicen las barreras a las que se enfrentan las personas refugiadas, así como generar espacios de intercambio y acercamiento con las personas residentes en la ciudad de Toledo.