Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Nadal

20/05/2023

Se va, ni él mismo sabe si se va temporal o definitivamente, pero en cualquier caso Rafa Nadal estará un tiempo largo alejado de las canchas de tenis.

Su pundonor, su lucha contra las muchas adversidades y su capacidad de resistencia al dolor, no han podido finalmente con una lesión que arrastra desde hace años y que él mismo ha impedido curar por su empeño en mantener sus compromisos profesionales.

Se retira uno de los hombres que llenan de orgullo a los españoles, que nos ha hecho vibrar con sus éxitos, que nos ha emocionado, y ha emocionado al mundo entero, por su bonhomía, su fortaleza, su patriotismo y su sentido de la responsabilidad; por su concepto de lo que de verdad importa, la familia, los amigos, cumplir lo prometido, no dejarse vencer por el desánimo. No estamos sembrados de figuras como la de Rafa Nadal, más aún desde la retirada de Pau Gasol, gran amigo y compañero de muchas aventuras deportivas aunque jugaban en campos distintos. Se les echa de menos ya, aunque cabe la esperanza, de que Rafa pueda aparecer algún día en un torneo con la raqueta en la mano.

Dijo en su comparecencia ante los periodistas, con voz dolida, que su trayectoria no puede acabar en una rueda de prensa, dando a entender que un deportista se retira en el campo de batalla. Sabiendo cómo es, hará lo imposible para jugar un último partido, quizá con su amigo Federer al lado, como hizo Nadal cuando el suizo anunció su retirada y Rafa se ofreció para acompañarle en la despedida.

Necesita España referentes sociales, personas a los que la gente joven considere modelos a los que seguir en lugar de dejarse llevar por hábitos en los que en amplios sectores prima la ley del mínimo esfuerzo y la falta de compromiso. Rafa Nadal no es solo un deportista excepcional, sino un hombre que ha utilizado parte de su fortuna en levantar una escuela deportiva, porque sabe que el deporte puede cambiar la vida de quien está falto de objetivos para el futuro y se deja llevar por lo fácil, que no siempre es lo más conveniente. Financia proyectos educativos en países no desarrollados, y es el primero en dar un paso adelante cuando hace falta ayuda. No se le conoce enemigo porque es imposible no admirarle, no reconocer sus méritos.

Pocos deportistas de élite pueden presumir de que su principal adversario en las pistas, en este caso Federer, es también uno de sus mejores amigos. En un mundo tan competitivo en el que se celebran los fracasos de los contrarios, la actitud de Nadal, al igual que la de Federer, siempre han provocado admiración.

Ojalá se recupere Rafa Nadal y, como él dice, pueda despedirse de otra manera que no sea una rueda de prensa. No importa. Pase lo que pase, si la despedida del jueves es definitiva, habrá salido por la puerta grande.

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