Castilla-La Mancha, tierra de toros

Mario Gómez
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El Aula Cultural Domingo Ortega acogió la presentación en Toledo de la obra 'Toros-Castilla-La Mancha', que recoge la historia taurina en la región

José Montero (i), Mariano García Ruipérez, Rafael del Cerro Malagón y Antonio Pareja (c) presentaron la obra. - Foto: L.T.

Literatura, ganaderías, poesía, pintura, toreros... la obra 'Toros-Castilla-La Mancha' recoge en sus más de 300 páginas la historia de la tauromaquia en la región. 

Escrito por Rafael del Cerro Malagón, Mariano García Ruipérez, Ángel Sonseca Rojas y José Sánchez Robles, realiza un diagnóstico de la situación actual del mundo del toro en nuestra tierra desde todas las perspectivas del sector de la tauromaquia. Y repasa la trayectoria y la importancia que tiene el toro en la cultura castellanomanchega. Así lo explicaba momentos antes de la presentación el editor de la obra, Antonio Pareja, en declaraciones a La Tribuna.

Pareja relata que la idea de realizar este libro nació «hace varios años» de una conversación con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. En ella se deslizó la posibilidad de realizar una reedición de la antigua obra publicada anteriormente. Tras la conversación y maduración de la idea «se vio que lo más aconsejable no solamente era realizar una reedición, sino una obra que además aportase y actualizase la temática taurina en la región, que es sumamente rica», explica. Una pluralidad de la tauromaquia que va intrínseca a otras artes, como la escultura, y muestra de ello es la escultura de Alberto Sánchez que ilustra la portada.

No en vano, según ha documentado esta obra, en Castilla-La Mancha hay más de 110 ganaderías de bravo en activo, «lo que deja patente la importancia que tiene la tauromaquia así como el alto número de familias que viven directa o indirectamente solo de apartado ganadero».

Además de esta recopilación ganadera, también se han reflejado «todos los matadores de toros de la región», una tarea amplia en la que el editor explica que «se ha optado por recoger solamente aquellos toreros que alcanzaron a tomar la alternativa, ya que si hubiéramos contabilizado novilleros con caballos y sin caballos, así como becerristas, se habrían necesitado más de 2.000 páginas». Lo que sí que incluye son más de 700 imágenes de festejos, ganaderías, toreros, y carteles antiguos. «Hemos contado con la colaboración de Ángel Sonseca, el mayor coleccionista de carteles de España». Gracias a Sonseca, explica el editor, se ha podido contar con reproducciones de carteles de especial trascendencia de festejos celebrados en Castilla-La Mancha.

A todo ello hay que sumar que «para que la tauromaquia exista, son necesarias tres patas: toros, torero y público», y si toros y toreros ya han sido recogidos, el público encuentra su hábitat natural en las plazas de toros, edificaciones que a lo largo de los tiempos se han construido ex profeso para albergar acontecimientos taurinos, tanto así que el amplio número de edificaciones de este tipo que se encuentran repartidas por el territorio castellano-manchego, indican la tradición y arraigo de los festejos taurinos. «Tanto es así que son múltiples las que cuentan con algún tipo de protección como Bien de Interés Cultural, bien sea por su antigüedad o por las particularidades de su construcción o forma», explica Pareja.

Un acto ante una sala prácticamente llena, en la que asistieron reconocidos aficionados, representantes de asociaciones taurinas, profesionales del mundo del toro, y una nutrida representación de la Escuela Taurina Domingo Ortega.