El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, siguió la máxima de 'ir al grano', una expresión muy habitual, en su alocución en Zocodover a mediodía, en la parada clave que se realiza en línea con el Arco de la Sangre antes del regreso de la Custodia a la Catedral. Fiel al estilo que estrenó el año pasado, en esta ocasión retomó el hilo de la homilía pronunciada durante la misa casi tres horas antes para rematar el significado de la Eucaristía y la necesidad de los seres humanos de vivir y abrazar a Dios.
«Queremos ver a Jesús. Es el grito de todos nosotros y de cada corazón», expresó y tras una breve pausa ofreció la respuesta de cómo conseguirlo. «Se le encuentra en la Eucaristía, se le encuentra en los caminos y en la vida». Al respecto, el arzobispo volvió a pronunciar una de las reflexiones claves de la misa en la Catedral ante una plaza plagada de fieles y espectadores que disfrutan una vez al año de esta procesión. «La Eucaristía es la locura de Dios con nosotros» y fue más allá: «Hace que no el corazón no esté solitario».
la pobreza. La alocución siguió un patrón similar al de la homilía y Cerro Chaves volvió a dar protagonismo a la pobreza. «A Jesús también lo podemos ver en los pobres y en los enfermos», añadió y recalcó la necesidad de paz aludiendo «a los que sufren en la guerra de Ucrania». En su opinión, «los pobres tendrían que ser nuestros señores», dijo parafraseando a San Vicente de Paul, por tanto, amando y haciendo caridad la sociedad se acerca a la Eucaristía.
Por otro lado, sostuvo también que la soledad tiene sus sombras porque «descarta la vida y tantas otras cosas». Sin embargo, Cerro Chaves aseguró que la soledad «no es la patria de los cristianos. La soledad no es la patria de los creyentes. La soledad no es la patria de los que han conocido al amor de los amores que es Jesús. Pero también podemos ver a Jesús en los caminos, en los pobres, en los que sufren. También podemos ver a Jesús como nos recuerda a Cáritas en los empobrecidos».
No obstante, el arzobispo volvió a hacer presente al Papa Francisco al aludir a los pobres «que viven en todas las periferias o en todas las intemperies».
Por otra parte, Cerro Chaves aprovechó la alocución, que fue breve, pero con una gran cantidad de mensajes, para dejar claro también que «una sociedad que descarta a los niños, que descarta la vida, que descarta realmente tantas y tantas cosas, decía el Papa Francisco, es una sociedad enferma». Y finalizó llamando la atención para que la sociedad mire y sienta al Señor, dado que «cuando uno descubre en su vida que Dios camina con nosotros, la vida merece la pena y se pasa del blanco-negro a vivirla en el color de la esperanza».