Dar voz a personas con problemas de salud mental con la música

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El coro 'La Voz del paciente-Toledo' se presenta con este objetivo. La directora general de Humanización y Atención Sociosanitaria, Maite Marín, ha explicado que el Gobierno de Castilla-La Mancha se une a este proyecto

Dar voz a personas con problemas de salud mental con la música - Foto: JCCM

La Residencia Comunitaria del Hospitalito del Rey ha acogido la presentación pública del coro 'La Voz del Paciente-Toledo', que tiene como objetivo dar voz a personas con problemas de salud mental, a través de la música como elemento integrador e inclusivo.

La directora general de Humanización y Atención Sociosanitaria, Maite Marín, ha explicado que el Gobierno de Castilla-La Mancha se une a este proyecto impulsando la 'Voz del Paciente-Toledo' en este año 2024, como "herramienta innovadora para conseguir la total integración y bienestar de las personas y la sensibilización de la sociedad, incorporando una visión compartida y transformadora a largo plazo a través de la música".

Así, esta experiencia "no solo despierta emociones estimulando el sistema cognitivo, sino que, además, puede contribuir a reducir el estrés, el aislamiento y otros problemas derivados de estos diagnósticos", ha indicado.

El coro está formado por pacientes, profesionales de la salud mental, voluntarios, familiares y amigos y se ha convertido en un pequeño universo en el que las personas pueden conectar: una manera de convivir y establecer unos vínculos muy especiales con otras personas con las que se comparte el amor por la música.

El coro 'La Voz del Paciente' nació en Madrid en 2019, de la mano de Singerhood y Johnson & Johnson, con el objetivo de dar voz a personas con problemas de salud mental, a través de la música como elemento integrador e inclusivo.

Salud Mental. En concreto, se estima que alrededor de un 25 por ciento de la población mundial podría padecer algún trastorno mental a lo largo de su vida, siendo la depresión una de las enfermedades mentales más prevalentes.

En este sentido, se trata de un problema de primer nivel y con un alto impacto en la sociedad, que requiere de una estrategia que fomente la formación para la identificación de los síntomas, la sensibilización de la sociedad, así como promover el conocimiento de los recursos disponibles para las personas con esta enfermedad.