Santos San José Caballero: Caballero Laureado de San Fernando

Roberto Sánchez Pérez
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Este soldado, corneta del Batallón provisional de Puerto Rico número 2, fue condecorado por su gloriosa acción y posterior muerte en la batalla que se libró el 9 de diciembre de 1895 en la Isla de Cuba

Ilustración del soldado Santos San José Caballero. / museo del ejército

Esta vez el detalle musical de hoy lo encontramos en un pergamino miniado obra de J. Ordóñez Valdés, que se encuentra en los fondos del Museo del Ejército. En él podemos leer la hazaña de un músico, el soldado Santos San José Caballero corneta del Batallón provisional de Puerto Rico N. º 2. Fue condecorado por su gloriosa acción y posterior muerte en la batalla que se libró el 9 de diciembre de 1895 en la Isla de Cuba. Le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando y premiado con una pensión anual de 400 pesetas que recibirían sus herederos. (Real orden de 11 de junio de 1896, D.O. n. º 129 de 13 de junio de 1896). Sería su padre el que recibiera dicha pensión integra, al fallecer nuestro soldado músico sin mujer ni descendencia.

Santos nació en Valladolid, hijo de Martina Caballero Peinador y Fernando San José Expósito. Trabajó de albañil y tintorero hasta ingresar en el Ejército como músico militar, ocupando en 1896 el puesto de músico de 2ª clase en el Regimiento de San Marcial Nº 44. Fue destinada a Cuba y allí se vio inmerso en una batalla en la que perdería la vida y es precisamente en el pergamino del museo donde se narra lo que pasó.

«En vista del expediente de juicio contradictorio instruido con el fin de esclarecer si el corneta del batallón provisional de Puerto Rico N. 9. Santos San José Caballero se hizo acreedor a la Cruz de San Fernando de 2ª clase por el mérito contraído en el encuentro con los insurrectos el día 9 de diciembre del año próximo pasado, en potrero Congreso, en donde fue muerto por el enemigo: considerando que habiendo salido del poblado de las Minas (Puerto Príncipe) en el expresado día, con el objeto de forrajear, 72 hombres de diferentes armas y cuerpos al mando de un Capitán, se presentó el enemigo en número de 800 hombres,  trabándose desigual lucha, con aquella pequeña fuerza: que formó el cuadro, siendo éste deshecho a causa de la heterogeneidad del armamento, pues no todos tenían bayonetas, y por la gran superioridad de los insurrectos estableándose entonces el combate personal: considerando que el corneta San José que se hallaba herido de bala, fue intimado por un insurrecto montado para que se rindiera, contestó con un bayonetazo, disparando seguidamente su arma y dando muerte al que le había intimado la rendición: considerando que el grupo de insurrectos que acompañaban al muerto acometió a machetazos al corneta hasta que le dejaron sin vida: considerando que por las confidencias recibidas y por las declaraciones de los prisioneros, se supo que el insurrecto a quien había dado muerte el corneta San José, con seguridad de perder su vida, era el cabecilla Oscar Primelles, médico que desempeñaba el cargo de titulado teniente coronel, y persona de influencia en la insurrección, y teniendo en cuenta que el hecho realizado está comprendido en el caso 9º. Del artículo 27 de la ley de 18 de mayo de 1862, puesto que se llevó a cabo estando dispuesta la fuerza para hacer uso del arma blanca, desde la formación del cuadro, y que el expresado individuo fue uno de los primeros que se batió con ella dando muerte a su adversario. El Rey y en su nombre la Reina Regente del Reino, (…), ha tenido a bien conceder al difunto corneta, la cruz de San Fernando de 2ª clase (…)».

Aunque normalmente el corneta lleva su arma del brazo colgada ya que utiliza más su instrumento musical, esta vez alteró el orden de prioridad y caló la bayoneta en su fusil cruzándose la corneta hacia atrás. Éste pergamino es la prueba de los hechos acontecidos en dicha batalla y muestra que los músicos militares también libraron batallas y aunque se los menciona en pocas hazañas, como esta…, haberlas haylas.