El Museo de Santa Cruz conmemora los cincuenta años del fallecimiento de Pablo Picasso con una exhibición temporal en la que se exponen una treintena de obras relacionadas con el artista malagueño. Se trata, según el criterio del Rafael García Serrano, presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Santa Cruz, la entidad promotora de la muestra, de un homenaje «modesto y entrañable» a una de las figuras fundamentales del arte contemporáneo.

Entre las obras escogidas destaca la presencia de cerámicas, litografías, dibujos o grabados. El Museo de Santa Cruz aporta sólo dos del conjunto expositivo; el resto han sido donadas por diferentes coleccionistas vinculados a la Asociación de Amigos. La selección incluye un recorrido por el vínculo de Picasso con Toledo, una relación cimentada a partir de la admiración del andaluz por El Greco y de los tres viajes conocidos que realizó a lo largo de su vida a la ciudad del Tajo.

«Esas tres visitas son un motivo suficiente para hacerle un homenaje dentro de los limitados medios de los que asociación dispone», explica García Serrano. Los coleccionistas toledanos poseedores de la obra de Picasso o de diferentes materiales artísticos vinculados a su estilo, su época o las temáticas que solía narrar, han facilitado piezas entre las que destacan la particular reinterpretación del El entierro del conde de Orgaz o la impronta que dejó respecto a las impresiones ceramistas. Pablo Sanguino es uno de los principales donantes de obra gráfica y cerámica en esta presentación. Entre los artistas del barro más influidos por el homenajeado, una presencia diseminada en la provincia y el conjunto de la región destacan los nombres de Mauricio Sanguino, natural de El Puente del Arzobispo, Javier Clavo o el guadalajareño Pedro Mercedes.

Entre los temas escogidos tampoco faltan el minotauro o la tauromaquia, dos alusiones recurrentes de la cosmovisión picassiana.

Además de las composiciones seleccionadas, la exposición incorpora una sala de didáctica, contigua al espacio donde se han dispuesto las obras, que pretende inspirar a los visitantes. El objetivo de este espacio adyacente es «que las familias que acudan puedan hacer un poquito de arte», explica el director del museo, Antonio Dávila. El máximo rector del Santa Cruz, cuyo primer año al frente cumple en estos días, celebra la instalación de una muestra que no estaba prevista en tan pronta fecha de 2023 y que se ha podido organizar «en un tiempo récord».