Fernando Jáuregui

TRIBUNA LIBRE

Fernando Jáuregui

Escritor y periodista. Analista político


Las mil (y una) fotos de Sánchez

06/10/2023

Los comentaristas más cínicos y veteranos aseguran que los grandes encuentros de políticos a ellos les sirven, más que para resolver problemas del mundo mundial, para hacerse fotos entre ellos, que sirvan para ilustrar las estanterías de sus lujosos despachos. No quisiera yo, desde luego, llegar tan lejos, pero sí constato la obsesión de los mandatarios por las 'photo opportunities': les gusta aparecer junto a papas, reyes, colegas primeros ministros, deportistas y cantantes de éxito, en actitud abrazadora, sonrientes, casi nunca mirándose a los ojos. Pedro Sánchez es uno de los máximos maestros en este arte, y desde luego que no va a dejar pasar la ocasión de retratarse con muchos, o todos, del casi medio centenar de mandatarios que concurren a la 'cumbre' de la UE en Granada, que marca el punto culminante de la presidencia española de la organización europea.

Comenzó pronto Sánchez el 'road show' este jueves. Nada más llegar la esperada sorpresa -el presidente ucraniano Zelenski- a la bella ciudad andaluza, Sánchez no perdió un minuto en acaparar en solitario su presencia. La imagen fue inmediatamente distribuida por los eficaces servicios de Presidencia monclovita, y durante horas fueron Sánchez y el bravo y peculiar mandatario que combate a Putin el resumen de lo que se tratará en el encuentro europeo más importante de los dos últimos años: ahí es nada, dictaminar sobre la inmigración y sobre la ampliación de la UE a otros al menos seis países.

Claro que ni en una cuestión ni en otra habrá más avances que proseguir con los debates, negociaciones y discusiones, pero esa es harina de otro costal. Como lo es que alguna encuesta que conozco muestre que solo un porcentaje ínfimo de españoles -menos del uno por ciento- conocía con antelación cuáles eran los países candidatos, cuáles son los problemas para admitir a cada uno de ellos, ampliando la UE a más de treinta miembros, o dónde se sitúan, en un mapa mudo, estas naciones, tan cercanas a Rusia que corren un serio riesgo de ser engullidas por el neozarismo de Putin. O sea, que la cuestión, como la del reparto y control de la inmigración ilegal, que crece exponencialmente en el Viejo Continente, es de vital importancia. También para los españoles embebidas en su propia investidura, claro.

Pero, en fin, la frivolidad es un elemento motor de la humanidad, como la pereza, el oportunismo o la vanidad de quienes teóricamente protagonizan los avances del mundo. Sí, esos que se mueren por hacerse una foto con alguien que sea un poco más importante, un poco más notorio, un poco mejor aceptado por la opinión pública, que ellos.

Claro que, en el caso de nuestro representante nacional, el maratón fotográfico de Sánchez había comenzado el día anterior. Cuando, cinco minutos -cinco- después de que la FIFA anunciase que España, Portugal, Marruecos y tres países latinoamericanos serán el escenario del campeonato mundial de fútbol de 2030, La Moncloa distribuyó una foto en la que puede verse al hoy presidente español en funciones departiendo amigablemente en septiembre en Nueva York con el presidente de la Federación Internacional de Futbol, Gianni Infantino. Uno se pregunta si habrá sido Sánchez el artífice del indudable éxito de traer aunque sea una parte del mundial a nuestros estadios. Y, por cierto, ni rastro de Luis Rubiales en esta imagen. Ni en ninguna otra de cuantas haya yo encontrado en el dossier de Infantino en Internet.

Es lo que pasa con esto de los álbumes de fotos: el que se mueve del podio, no sale.