El Museo Ruiz de Luna saca del anonimato a las ceramistas

C. S. Jara
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Las piezas realizadas por mujeres se identificaban con números romanos, pero sin dejar más constancia de su autoría. Una exposición recupera algunas del alfar Nuestra Señora del Prado

El Museo Ruiz de Luna saca del anonimato a las ceramistas - Foto: Manu Reino

Rescatar la memoria de las mujeres sigue siendo una asignatura pendiente en muchos campos de conocimiento y el de la cerámica no es una excepción. El papel de las mujeres que históricamente han trabajado en los alfares es prácticamente desconocido y solo en los últimos años se ha empezado a reconstruir. Con motivo del Día Internacional de las Mujeres, que se conmemora hoy, el Museo de Cerámica Ruiz de Luna ha dedicado un espacio a su labor en este ámbito.

Se trata de una vitrina que desde ayer se puede ver en la ampliación del Museo, en la que a través de algunas piezas queda recogido al menos el trabajo de las mujeres en la cerámica. Está dedicada a piezas del alfar Nuestra Señora del Prado, de Ruiz de Luna, cuya autoría ha pasado desapercibida hasta no hace mucho tiempo. Lo recordaba la gerente del Museo, Belén Flores, coautora, con Silvia del Mazo y Rubén Pérez, de una investigación sobre el tema.

Fruto de ella se ha podido saber que las mujeres firmaban sus piezas con un número romano y fruto de la casualidad el delegado de la Junta en Talavera, David Gómez, explicó como pudo conocer recientemente que el número I corresponde a la familia de una alcaldesa de la provincia. 

El Museo Ruiz de Luna saca del anonimato a las ceramistasEl Museo Ruiz de Luna saca del anonimato a las ceramistas - Foto: Manu ReinoFalta por conocer la identidad de muchas de estas mujeres, pero algunas sí se saben, a través de documentos que han permitido enlazar el número de las piezas con la mujer que las realizó. Una prueba de lo mucho que falta todavía por descubrir a este respecto, es una de las imágenes que acompañan las piezas, en la que aparece una mujer pintando una de ellas. A día de hoy, su nombre es un enigma, pero puede que de las visitas a la exposición se arroje algo más de luz, si alguna de las personas que acuden reconoce en la imagen a una antepasada familiar.

María Balmaseda, técnica del museo, explicaba el trabajo que se ha realizado para identificar en concreto las de la número V, Saturnina Alfaro, pero también recordaba que quedan «muchísimos misterios». Se trata de piezas correspondientes a la vajilla de la finca El Dehesón del Encinar, que pertenecen a los fondos del Ruiz de Luna. De hecho, otras piezas de la misma vajilla están expuestas en la zona de la colección permanente, y en todo caso realizadas por mujeres, a las que correspondía obras de menor envergadura física, pero muy depuradas.

Junto a estas, se exhibe un candelabro, igualmente con firma de mujer y que tiene también su réplica en las piezas expuestas en la colección permanente.  

Se han recogido también algunas fotos, que recuerdan a otra de gran tamaño situada en el acceso a la ampliación del museo y en la que aparecen un grupo de mujeres trabajando en el taller de Ruiz de Luna. Un tributo que se une al que ahora se rinde a través de un espacio modesto, pero con identidad propia para recuperar la memoria perdida de las mujeres en la historia de la cerámica de Talavera.