Aún no se ha detallado la fórmula para que los jóvenes puedan acceder a estas nuevas viviendas, pero el gerente del Consorcio de Toledo, Jesús Corroto, ya ha hablado de plazos. En el día de ayer se refirió a las mismas asegurando que «se entregarán a finales de año».

En su día se plantearon como una oportunidad para que se asienten sobre ellas familias jóvenes que trabajen en el Casco Histórico o que fueran incluso artesanos, pero no se han establecido aún las condiciones para el acceso a las mismas. 

Corroto justificó ese retraso con los trabajos que este verano el Consorcio ha realizado en el jardín del Corral de Don Diego, donde encontraron restos arqueológicos que se han analizado para obtener más detalles sobre lo que albergaba en su día. «Los plazos de obra son más complejos, pero merecerá la pena tras el análisis de los pólenes, la geometría de los parterres o las piezas de la alberca».

Cabe destacar que la intervención arqueológica de este espacio halló restos de un jardín con una extensa vegetación de la que actualmente sólo quedan los citados pólenes que se están analizando, quien sabe si para su hipotética recuperación en el entorno en el futuro. 

Estadísticas. Jesús Corroto mencionó ayer que las cifras que maneja el Consorcio sobre el acceso a la vivienda revelan que los jóvenes quieren vivir en el Casco Histórico. También recalcó que durante los últimos tres años más de 200 personas por año acuden al Consorcio para solicitar ayudas a la rehabilitación de parte de sus viviendas, como la renovación de las ventanas o la restauración de sus tejados, por ejemplo. Lo que para Corroto indica que el Casco continúa siendo un atractivo para los residentes ante el reto de encontrar un equilibrio adecuado junto al turismo.